Tras el descenso, el líder sindical busca tomar el control de la entidad de Avellaneda, y este viernes un grupo de barras cercano a camioneros disolvió a los golpes una asamblea de socios donde fueron agredidos los dirigentes del oficialismo.
La caída a la Segunda División del Fútbol Argentino había sido elogiada desde todos los puntos por cómo la vivieron sus hinchas, cantando con hidalguía desde las tribunas. Era casi una obligación comparar esta caída con lo vivido en Núñez poco tiempo atrás, y desde ese punto se sacaron las conclusiones; pero la calma anunciaba la tempestad que finalmente se hizo presente este viernes por la tarde en la sede principal del club, al 470 de la avenida Mitre, en Avellaneda.
Javier Cantero iba a cumplir con la asamblea de socios delante de sus pares de la oposición, reunión a la que no asistió ninguno de los integrantes de la familia Moyano luego de anunciar repetidamente su presencia. Finalmente debió ser suspendida.
Ya en la previa, en zonas linderas al estadio Libertadores de América (distante unas quince cuadras), algunos hinchas caracterizados se cruzaron violentamente. Fueron las mismas caras que más tarde se vieron cortando el tránsito en la subida al puente Pueyrredón, esperando para actuar cuando fuera el momento indicado.
Apenas el presidente ingresó al gimnasio, vivió un camino al escenario donde le llovieron insultos, botellas, zapatillas y escupitajos. Intentó comenzar la asamblea sin el resultado deseado. Saludó entre gritos, cumplió con el ritual del minuto de silencio y punto final. Un gran número de barras bravas invadieron el lugar arrojando sillas al escenario y golpeando al presidente y a sus compañeros de comisión directiva. No había allí ningún tipo de seguridad privada, mientras que en los videos se ve como un oficial de la Policía Bonaerense camina inmutable entre los forajidos.
Miembros de la barrabrava fogoneada por los Moyano irrumpen en el
recinto donde se llevaba a cabo la asamblea de Independiente.
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Sobre esta situación, tal vez más lamentable que podría haber ocurrido, la abogada Florencia Arietto, ex encargada de la seguridad de Independiente, dijo: “No hay duda de que fue Moyano. Conozco a los barras”, ratificando los supuestos de que estos hombres pertenecen al sindicato de Camioneros.
"Los que entraron (a la asamblea) son todos barras de Independiente. Responden a la corporación sindical. Es un golpe de Estado", enfatizó. Además, agregó que "entre los barras que estaban tirando las sillas están los 29 que figuraban en las listas de admisión. Estos tipos son delincuentes, delincuencia organizada que van más allá de la ley".
En contrapartida, Cantero prefirió no apuntar contra un nombre puntual. “Para mí me entregaron. No puede ser que entren tan fácil”, dijo el mandamás. Sabe que más de uno desea el puesto que legítimamente ganó en las urnas hace un año y medio. En la lista se acomodan Noray Nakis, Baldomero Álvarez y Hugo Moyano.
Sobre este último, dirigente de la oposición, Javier Cantero mencionó que "Moyano estuvo amenazando toda la semana y hoy no apareció. Lamento que no haya venido, me hubiera gustado tener un debate con él". Sabe quien hoy toma las decisiones que el líder de la CGT se trazó como objetivo a corto plazo ocupar su silla, y para lograrlo tiene un ladero con pasado deportivo: Luis Barrionuevo, quien en más de una oportunidad le hizo contactos en negociaciones por jugadores.
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