domingo, 9 de junio de 2013

A 57 años de los fusilamientos de José León Suárez

Se cumplen 57 años de los fusilamientos de José León Suárez, una masacre de militantes políticos, civiles y militares ocurrida el 9 de junio de 1956 en los basurales de José León Suárez, en el partido de General San Martín, durante el gobierno de facto de la autodenominada "Revolución Libertadora". 72 hs. que culminaron con más de 30 personas asesinadas.

Un golpe de Estado había derrocado a Juan Domingo Perón en septiembre de 1955. Miles de presos políticos, entre ellos algunos militantes peronistas, estaban detenidos en el buque-prisión "Washington", internado aguas adentro del Puerto de Buenos Aires. Allí estaban los generales Juan José Valle y Tanco, entre otros oficiales. Conspiraban para diseñar un movimiento que exigía el cese de la persecución al peronismo; la restitución de la Constitución de 1949 y libertad a los presos políticos.

Los conductores del movimiento eran los generales Valle y Tanco; los coroneles Cogorno, Alcibíades Cortínes, Ricardo Ibazeta y capitán Jorge Costales, entre otros.

En la noche del 9 de junio de 1956 comenzó la insurrección en varias partes del país, pero fue rápidamente desbaratada. En los enfrentamientos los sublevados mataron a tres personas -Blas Closs, Rafael Fernández y Bernardino Rodríguez- y tuvieron a su vez dos muertos -Carlos Yrigoyen y Rolando Zanera-, sin contar a los que fueron luego fusilados.

Los dictadores Pedro Eugenio Aramburu e Isaac Rojas (Autoproclamados Presidente y Vice del gobierno), sabían de la conjura pero habían decidido no abortarla. Así en la noche del 8 de junio de 1956 son apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al movimiento. Aramburu viajó ese día a la provincia de Santa Fe, y dejó el Decreto 10.362 de Ley Marcial, y preparados los Decretos 10.363/56, de pena de muerte, y el 10.364 de las personas a fusilar. Los decretos eran correlativos y se publicaron así en el Boletín Oficial con posterioridad.

Los sublevados habían previsto leer la "proclama revolucionaria", a las 23 del 9 de junio. La instrucción a los insurrectos para lanzarse a la acción debía ser propalada interfiriendo la transmisión radial de una pelea de box por el título sudamericano de los medianos entre el argentino Eduardo Lausse y el chileno Humberto Loayza, a celebrarse en el Luna Park de Buenos Aires. 

Respecto del propósito de los rebeldes dice el historiador Page: "El manifiesto que delineaba los objetivos del movimiento era un tanto vago; llamaba a elecciones a la brevedad posible y exigía la preservación del patrimonio nacional pero no decía nada respecto a Perón. Aunque un grupo de peronistas, individualmente, se unieron a la conspiración y las bases del partido la consideraban como un intento de entronizar nuevamente al conductor, la resistencia peronista se mantuvo a la distancia".

General Juan José Valle
El equipo de Valle estuvo comandado por el coronel José Irigoyen, el capitán Costales y varios civiles. Eran las 22. La radio se instaló en la Escuela Técnica N° 3 "Salvador Debenedetti" en Avellaneda. Pero a las 22:30, un comando del gobierno los arrestó a todos. La proclama sólo se escuchó en la provincia de La Pampa, donde actuaba el coronel Adolfo Philippeaux.

Otros lugares de la alzada eran: Campo de Mayo, sublevado por los coroneles Ricardo Ibazeta y Alcibíades Eduardo Cortínes; el Regimiento II de Palermo, por el sargento Isauro Costa; la Escuela de Mecánica del Ejército, por el mayor Hugo Quiroga; el Regimiento 7 de la Plata, por Cogorno; el grupo de civiles, entre otros, operando en Florida, en la calle Hipólito Yrigoyen 4519, donde se reunieron los Lizaso, Carranza, Garibotti, Brión y Rodríguez y Troxler, entre otros. Además, hubo civiles armados y militares que intentaron sublevarse en Santa Fe, Rosario (tomaron por varias horas el Regimiento), Rafaela y Viedma. Excepto en La Pampa, la mayoría de los jefes de la sublevación fueron apresados. Ante el fracaso del levantamiento, el general Tanco se dirige a Berisso y debe huir y esconderse. Mientras el general Valle se oculta en Buenos Aires, en la casa del político mendocino amigo, Adolfo Gabrielli, ante la certeza de que el movimiento había sido delatado y fracasado.

Los levantamientos fueron entre las 22 y las 24 del 9 de junio. El gobierno establece a las 0:32 del 10 de junio la Ley Marcial por el decreto de Aramburu, Rojas, los ministros de Ejército, Arturo Ossorio Arana, de Marina; Teodoro Hartung; de Aeronáutica, Julio César Krause y de Justicia, Laureano Landaburu. Es decir, que para aplicar la Ley Marcial a los sublevados ésta debía ser aplicada con retroactividad al delito cometido, violando el principio legal de la irretroactividad de la ley penal. Pocas horas después, firman el decreto 10.363 que ordena fusilar a quienes violen la Ley Marcial. Entre las 2 y las 4, se ejecuta a los detenidos en Lanús. 

Horas más tarde, en los basurales de José León Súarez, la policía bonaerense, a cargo del Teniente Coronel Desiderio Fernández Súarez le ordena al jefe de la Regional San Martín, Comisario Rodolfo Rodríguez Moreno, que ejecute, con armas cortas, a 12 civiles, lo que realiza en los basurales de José León Suárez, en el partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires. De ellos, cinco mueren y siete logran huir y uno de estos, Juan Carlos Livraga, será el "fusilado que vive" que permite a Rodolfo Walsh reconstruir la historia.

En la Escuela de Mecánica del Ejército, el general Ricardo Arandía consulta telefónicamente a Aramburu, ya en Buenos Aires el 10 de junio al mediodía, sobre los detenidos. En Campo de Mayo, en tanto, el General de Brigada Juan Carlos Lorio preside un tribunal que realiza un juicio sumarísimo. Concluye que los sublevados no deben ser fusilados. Pero Aramburu ratifica su decisión. Lorio pide que se deje por escrito. Aramburu y su gobierno, entonces, firman el decreto 10.364 que detalla la lista de once militares que deben ser fusilados (único documento de fusilar, oficialmente inscrito en la historia argentina). No existen registros de esos juicios sumarios. No existe registro del informe forense que debió determinar la causa de la muerte.

Tapa de La Nazión
El 12 de junio, Valle decide entregarse a cambio de que se detuviera la represión a su movimiento y se le respetara la vida. Le toca al antiperonista capitán de navío Francisco Manrique, enviado de Rojas, ir a buscarlo. A las 14 de ese día, Valle ingresa con su amigo Gabrielli y Manrique al Regimiento I de Palermo donde es interrogado y juzgado por un tribunal presidido, también, por el general Lorio.

Después, Valle es enviado a la Penitenciaría Nacional (demolida, actualmente es un parque), en la Av. Las Heras. El director del Museo Penitenciario, en 2005, Horacio Benegas, entonces recién ingresado al servicio, recuerda que "el 11 en la madrugada fueron fusilados tres militares" en la vieja penitenciaría de la Av. Las Heras. Valle fue alojado en el 6º piso. La última que lo vio con vida fue su hija Susana Valle. Ese 12 de junio, a las 22:20, Valle fue fusilado con fusil Máuser 7,65 mm Mod. Arg. 1909, por un pelotón cuyos nombres se clandestinizaron como secreto de Estado. No hubo orden escrita ni decreto de fusilamiento, ni registro de los responsables.

El 13 de junio cesó la ley marcial. El general Tanco con otros sublevados logró, el 14 de junio, asilarse en la Embajada de Haití en Buenos Aires, a cargo del embajador Jean Brierre. Pero el jefe del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), general Domingo Quaranta, invadió ilegalmente la delegación junto con un grupo de "Comandos Civiles", para secuestrar y detener a los asilados. Los Comandos Civiles intentaron fusilarlos en la puerta de la embajada, pero la presencia de testigos se lo impidió. El embajador Brierre inició una serie de gestiones con la cancillería y finalmente logró que los secuestrados le fueran restituidos a su embajada.

El saldo de esas 72 horas de junio de 1956 fue trágico y premonitorio: 18 militares y 14 civiles asesinados.

Militares:

+ Gral. de División JUAN JOSE VALLE 
+ Coronel RICARDO SANTIAGO IBAZETA 
+ Coronel ALCIBIADES EDUARDO CORTINES
+ Coronel JOSE ALBINO IRIGOYEN 
+ Tte. Coronel OSCAR LORENZO COGORNO 
+ Capitán ELOY LUIS CARO 
+ Capitán DARDO NESTOR CANO 
+ Capitán JORGE MIGUEL COSTALES 
+ Tte. Primero JORGE LEOPOLDO NORIEGA 
+ Tte. Primero NESTOR MARCEL OVIDELA 
+ Subteniente ALBERTO JUAN ABADIE 
+ Suboficial Ppal. MIGUEL ANGEL PAOLINI 
+ Suboficial Ppal. ERNESTO GARECCA 
+ Sargento Ayte. LUIS PUGNETTI 
+ Sargento HUGO ELADIO QUIROGA 
+ Sargento LUIS BAGNETTI 
+ Cabo MIGUEL JOSE RODRIGUEZ 
+ Cabo Músico LUCIANO ISAIAS ROJAS
Civiles:

+ CLEMENTE BRAULIO ROSS
+ NORBERTO ROSS
+ OSVALDO ALBERTO ALBEDRO
+ DANTE HIPOLITO LUGO
+ ALDO EMIR JOFRE
+ MIGUEL ANGEL MAURIÑO
+ ROLANDO ZANETTA
+ RAMON RAULVIDELA
+ CARLOS IRIGOYEN
+ CARLOS ALBERTO LIZASO
+ NICOLAS CARRANZA
+ FRANCISCO GARIBOTTI
+ MARIO BRION
+ VICENTE RODRIGUEZ


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