En abril de 2011, el hospital se quedaba sin gas. A un año y con la llegada del frío, denuncian que no se reestableció el servicio en su totalidad. Además, varias medidas macristas amenazan el futuro de la institución. Desde la construcción del Centro Cívico en tierras del neuropsiquiátrico hasta las externaciones compulsivas de pacientes. Un psicólogo del Borda sobre el tema.
Desde el 20 de abril de 2011 cuando Metrogas descubrió pérdidas en algunos caños, el servicio de gas se cortó por completo en todo el Hospital Borda. Ese invierno fue crudo. Con termos y estufas eléctricas los 700 pacientes internados en el neuropsiquiátrico resistieron al frío. Pero ahora, a un año del corte, los trabajadores denuncian que el Gobierno de la Ciudad no realizó la instalación de la totalidad de las cañerías y que esta situación sería parte de algo más grande: el vaciamiento de la institución pública.
"Se restituyó el servicio, como mucho, en un 30 por ciento de los espacios que se habían quedado sin gas", aseguró el psicólogo Hernán Scorofitz, quien trabaja en el Servicio de Terapia Regular N°17 del hospital. "Es preocupante. Ahora con esta ola del frío y las temperaturas invernales, se complica mucho la higiene de los pacientes porque los termotanques eléctricos tardan 45 minutos a una hora para volver a cargarse. Por lo tanto, tienen que bañarse en muchas tandas", detalló.
También destacó que la calefacción que reemplaza a las estufas a gas es, por estos días, más que deficiente. "Los paneles térmicos que entregó el Gobierno porteño el año pasado no irradian ningún tipo de calor", reclamó al tener en cuenta que hay una gran cantidad de pacientes con enfermedades respiratorias.
El "faraónico" proyecto del Centro Cívico: En septiembre pasado, el jefe comunal, Mugrizio Macri, anunciaba la mudanza de la Jefatura de Gobierno, los ministerios de Desarrollo Urbano, Ambiente y Espacio Público, Educación y Hacienda, más un conjunto de las oficinas públicas al barrio de Barracas. Tan solo la primera etapa de este gran proyecto demandará 280 millones de pesos.
Si bien se dijo que este "Distrito Gubernamental", como lo llama el PRO, se apostará sobre parcelas aledañas al Borda y al Moyano, lo cierto es que se construirá sobre parte de sus terrenos. Prueba de ello fue la demolición del Taller Pan del hospital el pasado 4 de marzo, cuando, sin orden de desalojo ni previo aviso, unas topadoras tiraron abajo las paredes. Ese lugar funcionaba de lunes a viernes como dispositivo de rehabilitación para los pacientes.
En la primera instancia del proyecto se tomarían los terrenos denominados “los fondos” del hospital donde actualmente se encuentran la cancha de fútbol, la ex morgue y algunos talleres protegidos.
"No tenemos confianza de que la Ciudad no los va a cerrar porque desde el más común de los sentidos es inviable que un proyecto inmobiliario de este tipo pueda convivir con dos hospitales de salud mental. Es como pensar que puede convivir un Borda o un Moyano en medio de Puerto Madero", apuntó Scorofitz, integrante del grupo de los trabajadores autoconvocados de la institución.
Para el psicólogo, la iniciativa de Macri es una "cabecera de playa para hacer una suerte de reconversión inmobiliaria" en el sur de la Ciudad y, particularmente, del barrio de Barracas. "En la zona hoy está el metro cuadrado a 900 dólares y se proyecta que con el Centro Cívico se va a incrementar a 1700 dólares, casi el doble", argumentó.
La jubilación anticipada, le externación compulsiva de pacientes y la Resolución 52: Además de la falta de gas y de la reduccón de su superficie, hay varias políticas internas que prueban, por lo menos, la intención de debilitar más al establecimiento.
"Desde hace dos meses el Estado comunal está ofreciendo jubilaciones anticipadas a un sector importante de la planta de trabajadores. A los que les falta pocos años para retirarse, les ofrece que sigan cobrando el sueldo, sin ir a trabajar hasta que lleguen a la base jubilatoria", denunció el profesional.
A esto se suma la Resolución 52 del Ministerio de Salud capitalino, que en enero de este año licitó por 12 millones de pesos la internación de pacientes psiquiátricos en clínicas privadas. "Presumimos que se van a enfocar en la población del Borda y el Moyano, lo cual habla de un vaciamiento de la estructura hospitalaria", aseguró.
Asimismo, Scorofitz denunció que ya existe una política de altas compulsivas con traslados de pacientes a otras clínicas y, por otro lado, mayores objeciones a la hora de aceptar internaciones. Estas decisiones se justifican, habitualmente, en las nuevas leyes de salud mental que apuntan a la desmanicomialización.
"Pero los dispositivos alternativos y sustitutivos como casas de medio camino, talleres protegidos, residencias, hospitales de día, no existen en el ámbito público de la Ciudad. Si los hubiera oficiaría un poco de colchón para los pacientes que no deben terminar cronificándose en el hospital, pero los que no son aceptados o son externados, suelen tener dos destinos: o van a clínicas privadas muchísimo más manicomiales que el propio Borda o, para peor, terminan en situación de calle", finalizó.
¿Asco, Fito? ¡Qué corto te quedaste!
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