El máximo exponente del organismo, José Miguel Insulza, repudió “la militarización del Atlántico Sur” y señaló “el contrasentido de poner tono belicista a un conflicto con un país que en los últimos años ha expresado su voluntad de paz ”.
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó hoy su total respaldo a las declaraciones de la presidenta Cristina Fernández al anunciar que el canciller Héctor Timerman presentaría un reclamo ante Naciones Unidas por la militarización del Atlántico sur por parte del Reino Unido. Insulza destacó que Cristina “ha recurrido al único instrumento válido para quienes creen en la paz y en la democracia: el dialogo pacífico; y en esa perspectiva, ella cuenta con el respaldo de toda nuestra región”.
La Asamblea General de la OEA reitera todos los años la vigencia de la resolución adoptada por consenso el 19 de noviembre de 1988, que pide “a los gobiernos de la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la brevedad posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía”.
El máximo representante de la OEA repudió “la militarización del Atlántico Sur” y sobre la determinación de los países del Mercosur de negarse a recibir barcos con bandera de las Islas, expresó su total coincidencia con esta postura y señaló que “Gran Bretaña no debería tratar de forzar el ingreso a los puertos de América Latina y el Caribe de una bandera no reconocida por la comunidad internacional”.
El Secretario General del organismo hemisférico advirtió de la peligrosidad del envío de naves de guerra al Atlántico Sur y puso énfasis en “el contrasentido de poner tono belicista a un conflicto con un país que en los últimos años ha expresado su voluntad de paz y no ha dado ninguna señal de querer cambiar esa política”.
“Por el contrario, Argentina se encuentra en los últimos lugares en gastos de defensa en nuestra región y ese solo dato habla a las claras de la vocación de paz de los argentinos”, insistió.
Resulta evidente que la dictadura K le pegó otro manotazo a la caja; esta vez para comprar la voluntad del Secretario General de la OEA.
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