El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, desmitió esas versiones y dijo que servirá "para construir una base de datos para saber quién viaja en el transporte público y necesita que lo ayude el Estado”. Ayer, la entrega de SUBE se extendió hasta las 20.
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, dijo ayer a la mañana que la tarjeta SUBE “no implica un aumento de tarifa, sino saber si todos los usuarios quieren ser parte de un sistema que tiene estas ventajas” y poder así “controlar el servicio público y los recursos”.
Además, aclaró que la implementación de la tarjeta “no tiene ninguna cuestión de seguimiento impositivo”, como salió publicado en algunos medios, sino que "servirá para construir una base de datos para saber quién viaja en el transporte público y necesita que lo ayude el Estado”.
En cuanto al subsidio al usuario, Schiavi dijo que “hay que hacerlo de manera regulada, no podemos cometer errores. Subsidiamos porque el 70 por ciento de los usuarios son trabajadores o gente que va a estudiar, pero si no diferenciáramos a aquellos que la necesitan de los que no, estaríamos cometiendo una injusticia. Vamos a estudiarlo con detalle”.
También se refirió a las largas colas para conseguir la tarjeta en los distintos puntos de entrega. “Que la gente no se ponga nerviosa, hay lugares y las tarjetas son gratuitas. Pedimos disculpas por las demoras por las largas filas, no es nuestra intención”, dijo.
Por último, aclaró también la situación con la otra tarjeta magnética, la Monedero: “Es compatible y funciona, pero los beneficios sociales los tiene la tarjeta SUBE”.
La SUBE no es más que otra muestra del gataflorismo de algunos. Antes, se preguntaban cómo podía ser que el gobierno no implementara el sistema de tarjeta para terminar con "la mafia de las monedas" y criticaban la política de subsidios del gobierno. Ahora, hablan de ajuste y aumento encubierto de tarifas. Así les va.
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