En Clarín, un supuesto simple productor del campo, dio su testimonio sobre la sequía que aqueja a los campos pero en realidad es un dirigente rural de los mas radicalizados.
En la edición de ayer, el pasquín envuelve huevos de Noble-Magnetto presentó el drama de la sequía y lo abona con testimonios de productores que vuelven a esos rancios argumentos de que el Estado los esquilma, por lo tanto, ahora que ellos van a perder plata, todos debemos devolvérsela. Y aclarando que no quieren "subsidios", no quieren "regalos". Sólo menos o nulos impuestos, mejores créditos y dejarlos pagar cuando quieren. Nada más.
Uno de los "testimonios" espontáneos es de un productor llamado Ricardo Osella, de Río Cuarto. En verdad no es un simple productor. Es un dirigente rural, de los más radicalizados: ex presidente de Cartez (Confederación de Asociaciones Rurales -CRA- de la Tercera Zona -Córdoba-), uno de los grupos con posiciones más fundamentalistas y virulentas durante y después del levantamiento de las patronales del 2008.
También fue candidato a presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, pero perdió ante el más "moderado" Julio Echenique y en las pasadas elecciones a gobernador de Córdoba estuvo al lado de Néstor Roulet, actual presidente de Cartez y ex de CRA, que acompañaba en la fórmlua radical como vice al "Milico" Aguad.
"Dejaron de ser jóvenes, pero siguen siendo imberbes. Nos pintamos la cara para la guerra, nos hartamos de este Gobierno que nos ningunea, que nos humilla. Que sientan en la Casa Rosada que el campo se puso de pie" y "Señor presidente, la patria ganadera, estamos al igual que los argentinos, cansados, ya tuvimos que soportar la patria sindical, la patria contratista, y ahora no aguantamos la presión de la patria montonera"; son algunas de las manifestaciones públicas con las que Osella cuenta en su haber.
Ahora, Clarín lo presenta como un simple productor aquejado por la sequía, quitándole su legítima representación sindical y sectorial que seguramente restaría "objetividad" al reclamo, manchándolo de intereses políticos, para el sentido común del lector medio del matutino.
"En el sur (cordobés), en la zona de Río Cuarto, sólo llovieron 15 milímetros, cuando eran necesarios más de 50. Los maíces tempranos están quemados, quizá se salven los tardíos”, contó Ricardo Osella, con un campo en La Lagunilla. “Por lo menos se cortó la racha de calor. El clima va a cambiar. El que no cambia más es el Gobierno. ¿En qué país vive el ministro (Norberto) Yauhar? Siempre nos exprimen, ahora, que nos ayuden”, reclamó el gorila agroterrateniente, según, escribe el corresponsal de Clarín en Córdoba, Gustavo Molina.
Otra maniobra engañosa más, en la semana en la que se descubrió otra: la de Federación Agraria distribuyendo fotos de vacas muertas haciéndolas pasar como si fueran de distintas provincias argentinas para así agudizar aún más el panorama y sensibilizar a la población, luego de que las entidades del denominado Campo han perdido desde hace tiempo el predicamento que supieron recoger principalmente de muchos ciudadanos desprevenidos y desinformados.
También se da en un contexto de presión económica del sector hacia el gobierno para que elimine las retenciones que les permitiría a los grupos más concentrados vender cosechas guardadas durante años sin tener que pagar los derechos de exportación.
Esta movida es posterior a otra que fracasó a finales del año pasado que consistió en una corrida cambiara que buscaba la devaluación del peso argentino con respecto al dólar, medida que hubiera permitido lo mismo: grandes ganancias de los grandes grupos a los cuales defienden las entidades y los Osellas.
Que dura es la vida del que la tiene adentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario