El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, afirmó ayer que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner “ha hecho del tema de la industrialización y el proceso de integración nacional una de sus mayores preocupaciones” y admitió estar “más cerca de ella por eso”.
Recordó que “era muy difícil escuchar un Poder Ejecutivo con tanta vocación industrial” y destacó que “no hay discurso de la presidenta que no hable del valor agregado, de la integración territorial”.
“Usted la ve más paseando por fábricas que por cualquier otro lugar en la Argentina y entonces es muy difícil que no apoye las medidas que van en el sentido de lo que usted defendió siempre”, agregó al respecto el industrial, en declaraciones a radio La Red.
De Mendiguren consideró que “desde hace ya bastante tiempo la Presidenta está más preocupada en restaurar un tema de diálogo importante y de evitar lo que en la Argentina fue en esos 200 años de historia uno de sus principales problemas, que es no haber logrado una síntesis entre diversos sectores”.
“El conflicto era campo contra industria, el interior contra centros urbanos, capital contra trabajo, mercado interno contra mercado externo, pequeñas empresas contra las grandes. Esta fue nuestra historia de 200 años”, explicó.
Sostuvo que “lo que estamos logrando ahora es de lograr esa síntesis” y valoró el desafío de demostrar si “somos capaces nosotros, con la CGT, que además de analizar la foto del día a día de la próxima paritaria, también podamos trabajar sobre la película para ver cómo sigue de acá hasta fin de año y compatibilizar estas dos cosas”, al referirse a la redistribución del ingreso y la inversión.
Reveló que “eso nos puso la presidenta a la CGT y a nosotros como desafío y esto es un tema central” para alcanzar un acuerdo y aseguró que él "va a hacer todo lo que pueda por lograrlo”, porque a la Jefa de Estado “la veo queriendo ordenar la casa”.
Las cosas, amigo lector, caen por su propio peso. Mientras Cristina "hizo de la industrialización una de sus preocupaciones", para Alfonsinito su preocupación era aliarse con quien fuera para ganar una elección; para Duhalde, su preocupación era cómo indultar a los genocidas; para el Alberto, su preocupación era el "guaifai" gratis para todos y para Lilita, su preocupación era el apocalipsis.
Por eso, algunas ganan las elecciones con el 54% de los votos y otros no ganan ni para disgustos.
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