Jóvenes representantes de distintas instituciones educativas de la Capital Federal decidieron ayer en una asamblea llevar a cabo la ocupación de los colegios. Además, el viernes, el día de la veda electoral, se movilizarán hacia el Ministerio de Educación.
Los reclamos sin respuesta por la situación edilicia de los colegios porteños culminaron en la decisión de los estudiantes de organizar distintas tomas de fuerza. Hoy en una asamblea se decidió finalmente paralizar siete instituciones y permanecer dentro de los edificios.
La asamblea, convocada por la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES), se celebró en la escuela María Claudia Falcone, de Caballito, con representantes de otras entidades. Además del Falcone, se suman a la medida, el colegio Otto Krausse, y los normales 1, 4 y 6, entre otros. Allí también se decidió una movilización del Ministerio de Educación a la sede del Gobierno porteño, convocada el próximo viernes.
"No tenemos la intención de perder clases, pero no podemos estar mientras nos caen los techos en las cabezas", dijo Aldana, delegada del Falcone a Infobae. Según la alumna esta toma se da luego de "un largo camino de querer intentar dialogar con el Gobierno y no haber recibido respuesta".
Desde hace varios días que comenzaron a sucederse las medidas de fuerza, sin embargo hay un límite impuesto, porque aseguraron que "las tomas van a durar hasta el viernes de esta semana", dos días antes de los comicios.
Como no podía ser de otra manera, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, le quitó trascendencia al reclamo y lo catalogó como un hecho político. "Esta es una medida absolutamente electoral: los mismos chicos lo están diciendo. Es una forma de faltarle el respeto a las instituciones", dijo y agregó: "Interrumpir y tomar una escuela pública es la peor manera de defenderla".
La asamblea, convocada por la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES), se celebró en la escuela María Claudia Falcone, de Caballito, con representantes de otras entidades. Además del Falcone, se suman a la medida, el colegio Otto Krausse, y los normales 1, 4 y 6, entre otros. Allí también se decidió una movilización del Ministerio de Educación a la sede del Gobierno porteño, convocada el próximo viernes.
"No tenemos la intención de perder clases, pero no podemos estar mientras nos caen los techos en las cabezas", dijo Aldana, delegada del Falcone a Infobae. Según la alumna esta toma se da luego de "un largo camino de querer intentar dialogar con el Gobierno y no haber recibido respuesta".
Desde hace varios días que comenzaron a sucederse las medidas de fuerza, sin embargo hay un límite impuesto, porque aseguraron que "las tomas van a durar hasta el viernes de esta semana", dos días antes de los comicios.
Como no podía ser de otra manera, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, le quitó trascendencia al reclamo y lo catalogó como un hecho político. "Esta es una medida absolutamente electoral: los mismos chicos lo están diciendo. Es una forma de faltarle el respeto a las instituciones", dijo y agregó: "Interrumpir y tomar una escuela pública es la peor manera de defenderla".
Tenés razón Bullrich. La mejor manera de defender a la escuela pública debe ser la del PRO, con edificios que se caen a pedazos y sin calefacción.
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