El pasquín envuelve huevos se cansó de dedicarle títulos al caso Schoklender en su tarea de desgastar al gobierno, sin embargo, al mismo tiempo omitó mencionar la campaña sucia del PRO y no sólo eso además defendió a Macri.
Eduardo Van Der Kooy, periodista de Clarín y TN, intenta ocultar la campaña sucia del macrismo detrás del caso Schoklender. Con un recurso retórico muy viejo desvía el foco de atención hacia otro tema.
Escribe Van Der Koy: "Filmus denunció a Macri y a su asesor principal, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, por una supuesta campaña sucia camino al balotaje. Se habría tratado de una encuesta telefónica que pretendió ligar al padre del candidato K con el escándalo Schoklender. Más allá de la desmentida macrista, sería imprescindible determinar la consistencia o no de la denuncia. Pero la palabra kirchnerista, en ese campo, tendría el valor de una peseta en España. Nadie como los K recurrieron desde el 2003 a revolver el submundo de la política, con denuncias comprobadamente falsas (a Enrique Olivera, ex jefe porteño), espionajes (a Jorge Taiana, Julio Cobos y Alberto Fernández, entre cientos) y amedrentamientos (contra consultores económicos y el periodismo). Al kirchnerismo le resulta imposible además, cuando menea esos conflictos, no dispararse sobre sus pies. Está muy bien advertir sobre cualquier campaña sucia. Estaría mejor, sin dudas, que el Gobierno no encubra el caso Schoklender cuya onda expansiva llega hasta las Madres que lidera Hebe de Bonafini".
Escribe Van Der Koy: "Filmus denunció a Macri y a su asesor principal, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, por una supuesta campaña sucia camino al balotaje. Se habría tratado de una encuesta telefónica que pretendió ligar al padre del candidato K con el escándalo Schoklender. Más allá de la desmentida macrista, sería imprescindible determinar la consistencia o no de la denuncia. Pero la palabra kirchnerista, en ese campo, tendría el valor de una peseta en España. Nadie como los K recurrieron desde el 2003 a revolver el submundo de la política, con denuncias comprobadamente falsas (a Enrique Olivera, ex jefe porteño), espionajes (a Jorge Taiana, Julio Cobos y Alberto Fernández, entre cientos) y amedrentamientos (contra consultores económicos y el periodismo). Al kirchnerismo le resulta imposible además, cuando menea esos conflictos, no dispararse sobre sus pies. Está muy bien advertir sobre cualquier campaña sucia. Estaría mejor, sin dudas, que el Gobierno no encubra el caso Schoklender cuya onda expansiva llega hasta las Madres que lidera Hebe de Bonafini".
Para Van Der Kooy, como se desprender de su texto, no es importante determinar si el macrismo realizó campaña sucia o no, sino saber si la denuncia del kirchnerismo tiene "consistencia". Así, el foco se desvía hacia la denuncia que Van Der Kooy carga sobre el kirchnerismo, pero omite contar que es la justicia, a través del Juez Ariel Lijo, quien intervino en la causa y ordenó allanamientos.
Inmediatamente después, señala que "estaría mejor" hacer foco en el caso Schoklender, cubriendo así a Macri y al PRO del daño electoral que le podría causar informar sobre la campaña sucia y la intervención de la Justicia.
Así, Clarín, que con tanto ahínco reivindica el ejercicio un supuesto periodismo independiente se convirtió en el brazo periodistico del macrismo, sector político que a su vez benefició al grupo económico que maneja el diario, con jugosos contratos por millones de dólares; por ejemplo las netbooks y la provisió de internet para los colegios.
"Periodismo Independiente"... de la verdad.
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