La diputada que ahora llama entusiastamente a votar al PRO en el ballotage, hace apenas un año sentenciaba: “Todo el gobierno de Macri es un horror”. Malestar en la Coalición Cínica. Posibles portazos.
Mientras sigue festejando victorias electorales ajenas, la precandidata presidencial de la Coalición Cínica (CC), Elisa Carrió, incurrió en una contradicción más, que viene a sumarse a su ya generosa contribución al descrédito de la oposición política.
La ex dirigente, “Gorda, periférica y del Chaco” -como se definía en 2003, cuando se posicionaba en la centroizquierda del arco político- llama ahora entusiastamente a votar por el jefe de la centroderecha, Mauricio Macri, en la segunda vuelta electoral porteña.
Repasemos: exactamente un año atrás, la titular de la CC afirmó, con la habitual contundencia y meridiana claridad de sus sentencias: “Todo el gobierno de Macri es un horror”, al tiempo que llamó a su par del PRO a que “deje de victimizarse” en relación a la causa sobre espionaje ilegal en la Ciudad, por la que el jefe de Gobierno tiene procesamiento firme.
“Todo el gobierno de Macri es un horror, desde el jefe de Gabinete (Horacio Rodríguez Larreta) hasta (el titular del PRO, José) Torello”, disparó, en declaraciones a Radio El Mundo, a principios de agosto pasado.
Estas groseras contradicciones de Carrió, sumadas a su falta de tacto al celebrar la victoria de Macri en la primera vuelta frente a las propias narices de quien era su candidata y penaba por haber sacado el 2,3 por ciento de los votos, María Eugenia Estensoro, generaron muchos ruidos internos en la Coalición y se generalizan las posibilidades de portazos, que se harían públicos después de las elecciones de octubre, para no perjudicar “las posibilidades del espacio”.
La propia Estensoro figura entre los descontentos por aquel polémico festejo de la diputada por la Capital. Públicamente, la senadora ya manifestó su desacuerdo con la postura de Carrió de cara al ballotage en la Capital: “Ni Macri, ni Filmus”, se diferenció. En esa misma línea comulgarían el diputado Adrián Pérez y el legislador Fernando Sánchez.
Otros referentes incómodos con el giro irreversible a la derecha de la Coalición son las legisladoras porteñas Rocío Sánchez Andía y Maricel Etchecoin. Ellas podrían seguir el camino de la diputada nacional Fernanda Reyes, cuyo alejamiento de la CC muchos ya descuentan. Todas ellas forman parte del espacio “Jóvenes por la Igualdad”, el ala más progresista de la CC porteña.
La ex dirigente, “Gorda, periférica y del Chaco” -como se definía en 2003, cuando se posicionaba en la centroizquierda del arco político- llama ahora entusiastamente a votar por el jefe de la centroderecha, Mauricio Macri, en la segunda vuelta electoral porteña.
Repasemos: exactamente un año atrás, la titular de la CC afirmó, con la habitual contundencia y meridiana claridad de sus sentencias: “Todo el gobierno de Macri es un horror”, al tiempo que llamó a su par del PRO a que “deje de victimizarse” en relación a la causa sobre espionaje ilegal en la Ciudad, por la que el jefe de Gobierno tiene procesamiento firme.
“Todo el gobierno de Macri es un horror, desde el jefe de Gabinete (Horacio Rodríguez Larreta) hasta (el titular del PRO, José) Torello”, disparó, en declaraciones a Radio El Mundo, a principios de agosto pasado.
Estas groseras contradicciones de Carrió, sumadas a su falta de tacto al celebrar la victoria de Macri en la primera vuelta frente a las propias narices de quien era su candidata y penaba por haber sacado el 2,3 por ciento de los votos, María Eugenia Estensoro, generaron muchos ruidos internos en la Coalición y se generalizan las posibilidades de portazos, que se harían públicos después de las elecciones de octubre, para no perjudicar “las posibilidades del espacio”.
La propia Estensoro figura entre los descontentos por aquel polémico festejo de la diputada por la Capital. Públicamente, la senadora ya manifestó su desacuerdo con la postura de Carrió de cara al ballotage en la Capital: “Ni Macri, ni Filmus”, se diferenció. En esa misma línea comulgarían el diputado Adrián Pérez y el legislador Fernando Sánchez.
Otros referentes incómodos con el giro irreversible a la derecha de la Coalición son las legisladoras porteñas Rocío Sánchez Andía y Maricel Etchecoin. Ellas podrían seguir el camino de la diputada nacional Fernanda Reyes, cuyo alejamiento de la CC muchos ya descuentan. Todas ellas forman parte del espacio “Jóvenes por la Igualdad”, el ala más progresista de la CC porteña.
Más allá de las idas y vueltas generadas dentro de la Coalición Cínica por las absurdas pocisiones de Carrió, la principal preocupación del entorno de la blonda desquiciada es, por estos días, lograr que los psiquiatras que la atienden le den el alta antes de las primarias del 14 de agosto.
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