Desde el gobierno porteño siempre se pretendió presentar a la Policía Metropolitana como una fuerza de seguridad nueva, con un perfil propio. En resumen; una policía "moderna".
Sin embargo, en franca contradicción con esa impronta que se le quería dar, la mayoría de los agentes reclutados hasta el momento provienen de la Federal, atraídos por el mejor salario y las mejores condiciones de trabajo.
Y, claro está, trajeron consigo los vicios, las mañanas, los defectos y el espíritu coimero imperante entre los hombres salidos de la Escuela Ramón L. Falcón. Macri siempre estuvo en desacuerdo con esto pero, según pudo saberse por fuentes allegadas al Pro, la gota que colmó el vaso fue que dos agentes de la Metropolitana, provenientes de la Federal, detuvieron la marcha del vehículo conducido por Juliana Awada, flamente esposa del jefe de gobierno y, sin reconocerla, le manifestaron que "le tenemos que labrar un acta de infracción por circular sin las luces bajas encendidas, pero si deja 50 pesitos para la piza lo podemos arreglar".
Fue entonces que, siguiendo el consejo de la embajada de los Estados Unidos, se tomó la decisión de importar agentes provenientes de la Policía de Nueva York, gestión que se llevó a cabo en el más absoluto secreto.
Finalmente, en horas de la mañana de ayer, en un acto llevado a cabo en el Parque Indoamericano, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hizo la presentación oficial de los 3 nuevos agentes importados en esta primera etapa.
En declaraciones a la prensa, efectuadas una vez finalizado el acto, Macri señaó: "a ver si los bolitas indocumentados se animan a hacerse los locos con estos tipos".
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