El preacuerdo firmado por el gobierno argentino y Repsol por el resarcimiento de las acciones de YPF expropiadas a la firma ibérica, recibió un amplio respaldo empresarial y político, e impulsó fuertes subas en las cotizaciones de ambas empresas en las bolsas de Buenos Aires, Madrid y Nueva York.
El principio de acuerdo, del que no se conocen detalles hasta el momento, será tratado hoy por el directorio de Repsol, en Madrid, quienes darán -según anticipan los medios españoles- su aprobación al entendimiento rubricado durante la víspera en Buenos Aires.
Bajo este nuevo clima de entendimiento, tras la expropiación dispuesta por el gobienro argentino en abril del año pasado del 51 por ciento de las acciones de YPF que Repsol tenía en su poder, los papeles de ambas compañías reaccionaron favorablemente en los mercados bursátiles.
Así, los papeles de la empresa que conduce Miguel Gallucio subieron ayer 11,4 por ciento en la Bolsa porteña, es decir unos 26,5 pesos para alcanzar un valor de 259.00 pesos, y fueron uno de los principales motores que permitieron al índice Merval alcanzar una nueva marca récord al avanzar 3.01 por ciento y ubicarse en 5.696,21 puntos.
Similar comportamiento registraron los Certificados de Depósito Argentinos (Cedear) en Wall Street, donde los ADR de YPF cerraron la jornada con un sensible avance de 9,44 por ciento.
Las acciones de Repsol, en tanto, cerraron ayer con una mejora de 4,28% en la Bolsa de Madrid, con un precio de 19,24 euros por título, y también registraron ganancias del 5,95% los títulos de la constructora Sacyr, uno de las principales accionistas de la petrolera, y Caixbank, el mayor accionista, que repuntó 2,19% en el índice Ibex 35.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, precisó ayer a la tarde que "el principio de acuerdo está sometido a confidencialidad y no se puede hablar de valores cuando cualquier número afecta las acciones y podría generar un cimbronazo bursátil".
"Argentina ha cumplido con esa confidencialidad y lo va a mantener", subrayó el funcionario al destacar que lo que está haciendo el Gobierno con el preacuerdo "es cumplir con la ley de Expropiación, que dice que se debe compensar al propietario del bien expropiado".
Bajo este nuevo clima de entendimiento, tras la expropiación dispuesta por el gobienro argentino en abril del año pasado del 51 por ciento de las acciones de YPF que Repsol tenía en su poder, los papeles de ambas compañías reaccionaron favorablemente en los mercados bursátiles.
Así, los papeles de la empresa que conduce Miguel Gallucio subieron ayer 11,4 por ciento en la Bolsa porteña, es decir unos 26,5 pesos para alcanzar un valor de 259.00 pesos, y fueron uno de los principales motores que permitieron al índice Merval alcanzar una nueva marca récord al avanzar 3.01 por ciento y ubicarse en 5.696,21 puntos.
Similar comportamiento registraron los Certificados de Depósito Argentinos (Cedear) en Wall Street, donde los ADR de YPF cerraron la jornada con un sensible avance de 9,44 por ciento.
Las acciones de Repsol, en tanto, cerraron ayer con una mejora de 4,28% en la Bolsa de Madrid, con un precio de 19,24 euros por título, y también registraron ganancias del 5,95% los títulos de la constructora Sacyr, uno de las principales accionistas de la petrolera, y Caixbank, el mayor accionista, que repuntó 2,19% en el índice Ibex 35.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, precisó ayer a la tarde que "el principio de acuerdo está sometido a confidencialidad y no se puede hablar de valores cuando cualquier número afecta las acciones y podría generar un cimbronazo bursátil".
"Argentina ha cumplido con esa confidencialidad y lo va a mantener", subrayó el funcionario al destacar que lo que está haciendo el Gobierno con el preacuerdo "es cumplir con la ley de Expropiación, que dice que se debe compensar al propietario del bien expropiado".
Además de la repercusión favorable que el anuncio del preacuerdo generó entre dirigentes políticos y empresariales locales, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, dijo que "todo lo que suponga cerrar incertidumbres que seguían abiertas es bueno para todos".
Para el Gobierno, la llegada de un acuerdo permitirá no sólo cerrar el capítulo de la expropiación sino también despejar el camino para la llegada de las inversiones externas que el sector petrolero local necesita para alcanzar el autoabastecimiento energético.
Así lo planteó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien entendió que el acuerdo constituye "un sendero que va a permitir seguir generando mecanismos de inversión para exploración y explotación hidrocarburífera, que en la Argentina tiene un programa muy ambicioso en los próximos años".
El acuerdo "implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos", según informó el lunes el Ministerio de Economía.
Por su parte, la prensa española -en base a fuentes que pidieron reserva de sus nombres- dijo que esto supondría el pago de una compensación de 5.000 millones de dólares a Repsol en bonos del Estado argentino.
Además, se incluiría la creación de una sociedad conjunta entre Repsol, YPF y la mexicana Pemex -accionista en la empresa española cuyos directivos también participaron de las negociaciones en Buenos Aires- para explotar el 6,4% del yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén.
A cambio, Repsol retirará todos los procesos judiciales que tiene abiertos contra el Estado argentino por la expropiación del 51% de YPF, tanto en tribunales ordinarios de España y Nueva York como ante el CIADI del Banco Mundial.
El preacuerdo fue el saldo final de una reunión efectuada ayer en Buenos Aires en la que participaron el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria; el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin; el ministro de Economía, Axel Kicillof; y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
También asistieron el presidente de YPF Miguel Galuccio; el director general de negocios de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta; Isidro Fainé en representación de La Caixa y el embajador argentino en España, Carlos Bettini.
Para el Gobierno, la llegada de un acuerdo permitirá no sólo cerrar el capítulo de la expropiación sino también despejar el camino para la llegada de las inversiones externas que el sector petrolero local necesita para alcanzar el autoabastecimiento energético.
Así lo planteó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien entendió que el acuerdo constituye "un sendero que va a permitir seguir generando mecanismos de inversión para exploración y explotación hidrocarburífera, que en la Argentina tiene un programa muy ambicioso en los próximos años".
El acuerdo "implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos", según informó el lunes el Ministerio de Economía.
Por su parte, la prensa española -en base a fuentes que pidieron reserva de sus nombres- dijo que esto supondría el pago de una compensación de 5.000 millones de dólares a Repsol en bonos del Estado argentino.
Además, se incluiría la creación de una sociedad conjunta entre Repsol, YPF y la mexicana Pemex -accionista en la empresa española cuyos directivos también participaron de las negociaciones en Buenos Aires- para explotar el 6,4% del yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén.
A cambio, Repsol retirará todos los procesos judiciales que tiene abiertos contra el Estado argentino por la expropiación del 51% de YPF, tanto en tribunales ordinarios de España y Nueva York como ante el CIADI del Banco Mundial.
El preacuerdo fue el saldo final de una reunión efectuada ayer en Buenos Aires en la que participaron el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria; el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin; el ministro de Economía, Axel Kicillof; y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
También asistieron el presidente de YPF Miguel Galuccio; el director general de negocios de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta; Isidro Fainé en representación de La Caixa y el embajador argentino en España, Carlos Bettini.
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