El periodista opositor Guillermo Lobo se esfuerza, pone en duda resultados oficiales de las pericias del accidente de Once y pasa vergüenza adelante de sus colegas de hora en TN.
Y es tan obsecuente de Clarín que sus colegas, al aire, lo contradicen.
Guillermo Lobo cuestiona pero no conoce los límites y las preguntas planteadas al televidente quedan haciendo agua en un mar de grillos.
Dudando respecto al resultado de los estudios que indican que la sangre que se hallaba en el disco rígido que registró el accidente de Once era del conductor, Lobo pasa papelones delante de sus compañeros de programa.
¿Hasta dónde llegan las ganas de algunos periodistas opositores de que la culpa siempre la tenga el Gobierno Nacional? Se ve que el ridículo no es uno de sus límites.
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