La ministra de Desarrollo Social de la Ciudad no suspendió sus vacaciones en Uruguay a pesar del colapso que provocó la tomenta la semana pasada en los barrios. Cinco personas murieron y cientos debieron ser evacuados.
Cinco muertos, barrios enteros sin suministro eléctrico y múltiples destrozos en medianeras, voladura de techos y arbolado caído fueron algunas de las consecuencias sólo en la Ciudad de Buenos Aires del temporal que arreció el miércoles por la noche.
Ninguno de esos hechos fue motivo suficiente para que funcionarios clave de la administración porteña suspendieran sus escapadas de descanso por Semana Santa.
Así como el jefe de gobierno Mugrizio Macri tuvo paradero desconocido durante todo el fin de semana largo, lo mismo sucedió con su compañera de fórmula, María Eugenia Vidal, que evitó mostrarse.
En tanto, el jefe de Gabinete PRO, Horacio Rodríguez Larrata, disfrutó de una estadía en Miami, pero debido a las consecuencias que ocasionó la tormenta en barriadas carenciadas, una de las más criticadas fue la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad, Carolina Stanley, otra de las grandes ausentes durante los operativos de ayuda a los damnificados.
Puntualmente a las 11:15 del domingo arribó a la terminal de Dársena Norte, procedente de Colonia del Sacramento (Uruguay), el buque Juan Patricio, de la compañía Buquebus. De la bodega para transportar vehículos emergió un Peugeot 307 con Federico Salvai -jefe de Gabinete de Vidal- al volante. En el asiento del acompañante estaba su esposa, Stanley, de regreso de sus vacaciones, cuyo destino habría sido la coqueta y exclusiva ciudad de Punta del Este.
Nuestros amigos del diario Tiempo Argentino registraron el regreso de la funcionaria -visiblemente incómoda- cuyo rol en la contención social de los barrios afectados quedó vacante. El matrimonio descendió de la bodega del buque y se retiró sin realizar declaraciones.
El domingo por la tarde, voceros de ese ministerio aseguraron que Stanley no hablaría con la prensa porque se hallaba “recorriendo las villas” de la ciudad, sin especificar cuáles.
Luego de las críticas recibidas por la ausencia de toda la cúpula del PRO durante el temporal que azotó al sur de la ciudad y que provocó la muerte de cinco personas, tres de ellos menores que vivían en la Villa 21, el único que se mostró en los operativos fue Diego Santilli, responsable del área de Ambiente y Espacio Público. El ministro pasó su cumpleaños y el resto del fin de semana movilizando entre 800 y 1500 personas que participaron de la remoción de árboles y el apuntalamiento de estructuras afectadas por el fenómeno climático. “Somos un equipo y como equipo cada uno tiene que hacer lo que le corresponde. A mí me tocó estar en la calle, y aún tengo para 15 días más de trabajo porque los destrozos fueron muchísimos”, anticipó Santilli. “Estuve en comunicación permanente con Mugrizio todos los días”, aseguró el funcionario, que negó terminantemente cualquier cortocircuito interno por la ausencia de otros integrantes del Gabinete PRO.
La decisión de la jueza Fabiana Schafrick de ordenar al Ejecutivo porteño que adoptara las medidas necesarias para evitar derrumbes, apuntalar los inmuebles y asistir a las personas en situación de mayor vulnerabilidad, a raíz de una denuncia del defensor de la Ciudad Mario Kestelboim, no modificó los planes de descanso de Stanley.
La última actividad de quien define las políticas sociales en la Ciudad, a través de las redes sociales, fue la de difundir, vía Twitter, un mensaje de Vidal con recomendaciones ante “la alerta meteorológica” el pasado 4 de abril, antes de que el temporal devastara gran parte de la Ciudad y el Conurbano.
Los barrios porteños con más daños fueron los de la zona sur, sobre todo en asentamientos como las villas 21-24, Fátima, Los Pinos, 15, 1-11-14, Lacarra, Carrillo y Escarpino, Magaldi y Zavaleta. La medida judicial ordenó que hacia allí se dirigiera la ayuda del gobierno porteño, y avaló el pedido por el “resguardo de la vida y la salud de los habitantes, particularmente de los más vulnerables”.
Legisladora porteña, Stanley asumió el 10 de diciembre como la sucesora de Vidal al frente de la cartera social. Abogada, y casada con quien fuera jefe de Gabinete de Desarrollo Social y luego pasara a ocupar el mismo cargo en la vicejefatura de gobierno, comenzó su militancia en el PRO en 2003. De 2004 a 2007 fue directora ejecutiva de la Fundación Grupo Sophia, el think tank macrista comandado por Rodríguez Larrata. Con Macri recién asumido como alcalde porteño, Stanley -hija de uno de los directivos del Banco Macro-, fue nombrada directora general de Fortalecimiento de la Sociedad Civil del Ministerio de Desarrollo Social, cargo que ocupó hasta fines de 2009. De allí pasó al 9º lugar de la lista de legisladores PRO y obtuvo una banca en la Legislatura en las elecciones de ese mismo año.
Varios legisladores porteños de la oposición ya habían manifestado su repudio porque no regresaron a sus puestos de trabajo algunos altos mandos del macrismo, como Rodríguez Larrata o Stanley.
En el caso de Macri su paradero fue una incógnita, que incluso disparó el sábado el hashtag #dondeestamacri en Twitter, que llegó a ser uno de los más replicados en la Argentina. Su esposa Juliana Awada se encuentra en Europa, relevando colecciones de moda.
Sin embargo, el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, desmintió categoricamente que las principales figuras del PRO estuvieran de vacaciones en medio del desastre. Según Montenegro "Rodríguez Larrata y Stanley viajaron a Miami y a Punta del Este respectivamente en misión oficial, con la orden de realizar gestiones ante los gobiernos de Estados Unidos y de Uruguay para ver si les podíamos devolver el temporal".
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