Durante la quincena previa a las elecciones presidenciales, los principales medios hegemónicos transitaron dos caminos: invisibilizar el acontecimiento y remarcar campañas de descalificación contra el Gobierno.
En su onceavo informe sobre las elecciones presidenciales 2011, La Red de Observatorios Universitarios de Medios (ROUM) da cuenta de las coberturas de los diarios Clarín, La Nazión, Tiempo Argentino, Los Andes, La Voz del Interior, La Gaceta de Tucumán y La Capital de Rosario, entre el 1 y el 15 de octubre últimos.
Entre las conclusiones del trabajo, se destaca que los principales medios hegemónicos transitaron dos caminos complementarios: invisibilizar el acontecimiento electoral y remarcar, con una creciente desconsideración de los parámetros profesionales, sus respectivas y sistemáticas campañas de descalificación contra el Gobierno Nacional y los candidatos oficialistas.
Casos emblemáticos fueron, por ejemplo, las especulaciones en torno a una reforma constitucional con textos como los de Beatriz Sarlo, editorialista de La Nazión, quien “no podría aprobar un ejercicio práctico de periodismo” en ninguna de las carreras de Comunicación de la Universidad Pública, según sostiene la ROUM.
Por su parte, el pasquín envuelve huevos de la dupla Noble-Magnetto “dedicó esta primera quincena del mes para reforzar su estrategia de demonización del Gobierno Nacional. Volvió a tomar uno de sus focos principales para hacerlo: La CGT y su secretario general, Hugo Moyano, en su relación con la gestión gubernamental”.
“En esta ofensiva contra el kirchnerismo, el medio deja claramente de lado a los candidatos opositores, mencionados sólo como voces de crítica hacia el oficialismo y con supuestas alianzas de cara a las elecciones”, agrega el informe.
El diario Los Andes, en tanto, acentuó “sus cargas editoriales negativas contra de la Presidenta y sus funcionarios; pero en este caso su principal estrategia está explicitada en la excesiva publicación de notas respecto de la crisis global y su eventual impacto en nuestro país. Esto tiene como principal objetivo la deslegitimación del modelo económico implementado en argentina desde el 2003”.
"El medio decide proyectar escenarios posteriores a las elecciones del 23 de octubre: crisis económica, puja interna del espacio gobernante, ataques a la prensa e intentos reeleccionistas”, afirma la ROUM.
Los intentos de invisibilización del escenario electoral fueron más que patentes en medios como La Voz del interior (Córdoba) y La Gaceta de Tucumán. Este último, además, enfocó sus coberturas en la supuesta reforma constitucional con vistas a una re-reelección presidencial.
“La manera disparatada de colocar este tema en agenda, coincide con lo que algunos candidatos opositores a la Presidencia han instalado en sus spot de campaña y declaraciones públicas en los medios hegemónicos”, añade el estudio.
En cuanto a La Capital de Rosario, el informe sostiene que “el medio jerarquiza la información sobre el Frente Progresista” y destaca “información sindical o política que, del modo en que es presentada, se configura como crítica al gobierno nacional”.
Por último y a modo de contraste con las coberturas anteriores, la ROUM subraya el papel de Tiempo Argentino como “un caso de periodismo escrito que no esconde su intencionalidad editorial y cumple con los preceptos de la profesionalidad respetuosa del Derecho a la Información”.
El diario porteño “no disfraza su opinión de noticia y, al trabajar esta última categoría, respeta los criterios de pluralidad de fuentes constatables y contrastables y la variedad de agenda, recortada conforme a su propia línea editorial pero con claros enunciados para con sus usuarios”, concluye la Red.
Y de esto último se trata precisamente toda la cuestión. Nadie pretende que Clarín y otros medios no tengan derecho a defender los intereses, las ideas y la ideología que quieran. Lo que pretendemos es que, con una honestidad intelectual que evidentemente no tienen, digan -de cara a la sociedad- desde donde dicen lo que dicen y defienden lo que defienden.
Por eso siempre nos pareció mucho más leal lo de La Nazión. La Nazión fue siempre lo que es: el órgano de prensa de la derecha y de los sectores más conservadores y reaccionarios de la Argentina. Nunca lo ocultó. Todos sabemos y supimos siempre que a la derecha de La Nazión no hay nada, está la pared. El pasquín envuelve huevos, en cambio, al igual que todos los medios del grupo, pretendende erigirse en el arquetipo del "periodismo independiente".
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