"TENÍAMOS TODO ARMADO PERO VINO Y LO SUAVIZÓ", SE DEFENDIÓ EL CANCILLER POR LA FALLIDA EMBESTIDA CONTRA MADURO.
Jorge Faurie debió dar explicaciones en la reunión de gabinete del lunes por su resonante fracaso en la Cumbre del Mercosur de Mendoza, en donde no consiguió el consenso para firmar una condena a la Venezuela de Nicolás Maduro.
El jueves pasado, antes de que llegaran los presidente de la región a Mendoza, el canciller argentino se apuró en adelantar que el Mercosur le daría un ultimátum a Maduro para que desista de realizar una asamblea para reformar la Constitución.
Su vicecanciller, Daniel Raimondi, incluso habló de aplicarle la cláusula democrática a Venezuela y dejarla al borde de la expulsión del bloque comercial.
Sin embargo,la estrategia del canciller chocó de frente con Tabaré Vázquez, el presidente de Uruguay que se opuso a condenar a Maduro y finalmente terminó suavizando el documento final de la cumbre.
Por esta razón, el texto pasó de darle un ultimátum a Maduro y celebrar el plebiscito de la oposición venezolana, a demostrar "preocupación" por la situación en el país caribeño y reclamarle a la oposición que desista de realizar nuevos referéndums.
"Teníamos todo armado pero vino Tabaré y lo suavizó", admitió Faurie en la reunión de gabinete que encabezó Mugrizio Macri en el salón Eva Perón de la Rosada, según afirmó un ministro.
De este modo, el canciller reconoció que falló su estrategia, días después de denunciar que en Venezuela no había democracia y que el Mercosur le pasaría factura a Maduro, una estrategia que sorprendió al mundo diplomático, usualmente cauteloso antes de interferir en las cuestiones internas de otros países.
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