La interna del macrismo en la ciudad se profundiza al calor de la indefinición de su jefe político que, a pesar de reiterar su postulación presidencial no levanta la puntería en las encuestas y se especula con que vaya por la reelección porteña.
La diputada PRO Gabriela Michetti no acepta una fórmula con el delfín político de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, porque sabe cual será su lugar en la dupla: el de vice. Desde hace tiempo se habla que Larreta es de la preferencia de Mauricio, pese que Michetti mide mejor en las encuestas.
A todo esto se suma la incertidumbre del macrismo en general que no ve que por ahora el hijo de Franco crezca en intención de voto a la presidencia, y sin la certeza además de que eso se revierta en gran medida mediante un salvoconducto que lo obligue a aliarse con sectores que van en contra de la génesis misma del PRO.
Es por eso que nunca deja de barajarse la posibilidad de que Macri desista de sus aspiraciones nacionales y quedarse a dar pelea en la ciudad. Es más, algunos interpretaron su llamado a diálogo con toda la oposición y el haber nombrado a Ernesto Sanz, como una manera elegante de abrir una hendija a la posibilidad de no encarnar un rol primario de la hoy deshilacha oposición.
En ese marco, Michetti, sostuvo que no integrará una supuesta fórmula con el otro postulante por este espacio, Horacio Rodríguez Larreta, por ser “tan distintos”.
Y en cuanto a la supuesta preferencia dentro de las filas del macrismo por Rodríguez Larreta, Micchetti dijo que esto “no es así” aunque lo adjudica a que “nunca me dediqué a hacer un grupo interno dentro del partido”.
“Nunca la gente que trabaja conmigo va a decir que yo soy su jefa política, van a decir que su jefe político es Mauricio Macri”, sostuvo al respecto.
A todo esto se suma la incertidumbre del macrismo en general que no ve que por ahora el hijo de Franco crezca en intención de voto a la presidencia, y sin la certeza además de que eso se revierta en gran medida mediante un salvoconducto que lo obligue a aliarse con sectores que van en contra de la génesis misma del PRO.
Es por eso que nunca deja de barajarse la posibilidad de que Macri desista de sus aspiraciones nacionales y quedarse a dar pelea en la ciudad. Es más, algunos interpretaron su llamado a diálogo con toda la oposición y el haber nombrado a Ernesto Sanz, como una manera elegante de abrir una hendija a la posibilidad de no encarnar un rol primario de la hoy deshilacha oposición.
En ese marco, Michetti, sostuvo que no integrará una supuesta fórmula con el otro postulante por este espacio, Horacio Rodríguez Larreta, por ser “tan distintos”.
Y en cuanto a la supuesta preferencia dentro de las filas del macrismo por Rodríguez Larreta, Micchetti dijo que esto “no es así” aunque lo adjudica a que “nunca me dediqué a hacer un grupo interno dentro del partido”.
“Nunca la gente que trabaja conmigo va a decir que yo soy su jefa política, van a decir que su jefe político es Mauricio Macri”, sostuvo al respecto.
Esta vez sí que la tienen complicada. Tienen flor de quilombito y no le pueden echar la culpa ni al gobierno nacional ni a la inmigración descontrolada de bolivianos y paraguayos.
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