El acercamiento político del PRO con sectores de la alianza FAUNEN y la fuerza local Confianza Pública, de Graciela Ocaña, quedó plasmado en la última sesión ordinaria de la Legislatura porteña de 2014, llevada a cabo el jueves, en la que sancionaron varios proyectos clave para el Gobierno de Mugrizio Macri, a quien desde el bloque kirchnerista acusaron de “seguir reduciendo las atribuciones del Estado”.
Sin embargo, el macrismo no consiguió los votos necesarios para sancionar la prohibición de la actividad de los “cuidacoches” y “limpiavidrios”, así como tampoco la obligación de llevar chaleco con número de patente a los denominados “motoqueros”, en un fracaso legislativo que alteró los ánimos del oficialismo porteño, que proyecta acciones electorales en el área de la seguridad.
“Quedó demostrado en la sesión que hay una voluntad en un gran sector de UNEN de acompañar al PRO en esta alianza con fines electorales”, analizó la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, quien agregó que Ocaña “es una aliada permanente” del macrismo en la Ciudad.
Para el diputado Pablo Ferreyra, de Seamos Libres, “sin el rol que tomó FAUNEN, el oficialismo porteño no hubiera conseguido la aprobación de ciertas leyes que son clave para el PRO, y que le permiten seguir reduciendo las atribuciones del Estado como tal y favoreciendo una transferencia de recursos hacia el sector privado”.
Así, ambos legisladores de la oposición porteña efectuaron un balance de la última sesión ordinaria que tuvo un extenso temario que demandó unas 11 horas de debate y que terminó en escándalo a raíz de las amenazas del diputado del PRO Roberto Quattromano a Marcelo Ramal, del FIT, cuando se discutía un proyecto del macrismo para ceder un predio de Lugano a un Club de Golf.
"Para garantizar la votación de los negociados y la entrega de las tierras de la Ciudad al capital inmobiliario, los personeros del PRO acuden a la patota y protegen a los patoteros", aseveró Ramal tras radicar una denuncia en la Comisaría 2da. contra el legislador del PRO, quien responde políticamente al actual vicepresidente primero del Parlamento, Cristian Ritondo.
En rigor, el entendimiento PRO-FAUNEN dentro de la Legislatura al que refieren los legisladores kirchneristas quedó evidenciado en los resultados de las distintas votaciones que se dieron en la sesión ordinaria en torno a leyes del Ejecutivo local que demandaban más de los 28 votos propios con que cuenta el oficialismo y los 2 que, por lo general, suelen sumar el bloque de Confianza Pública.
Con los números apretados, la bancada que preside la macrista Carmen Polledo en la formalidad -pero que tiene como conductor político y negociador a Ritondo- buscó y consiguió el acompañamiento dispar del espacio FAUNEN que cuenta con 9 bancas repartidas en cinco bloques.
Así fue como quedaron aprobadas leyes como el Presupuesto porteño, la tarifaria y la fiscal, la toma de una nueva deuda pública por 890 millones de dólares, la exención impositiva a empresas del distrito tecnológico de Parque Patricios hasta el año 2029 y la creación de una Villa Olímpica con complejos habitacionales en la Comuna 8 del sur de la Ciudad, para la competencia internacional deportiva del 2018.
Asimismo, este acercamiento permitió la inclusión de dos proyectos que no habían sido debatidos con anterioridad en el marco de las comisiones parlamentarias y que fueron votados exclusivamente por el PRO, FAUNEN y Confianza Pública.
Por un lado, recibió aprobación una propuesta de Ocaña de crear un sistema integrado de adelantos de capital para jubilados y pensionados implementado por el Banco Ciudad; y por otro, una iniciativa de la Coalición Cínica para que solamente se pueda abrir un espacio verde en un predio en el barrio de Colegiales donde el Gobierno nacional proyectaba una sede del Mercado Central.
Para Alegre, “esas fueron 'leyes chicanas' a la política del Gobierno nacional, pero que no dejan ser impracticables, como la impulsada por Ocaña, y también confiscatoria en el caso del predio de Colegiales ya que le otorga un único uso de Urbanización Parque a unos terrenos que no son de la Ciudad, lo que deja un antecedente muy serio”.
Ferreyra, en tanto, observó que “existe un denominador común en este paquete de leyes que tiene que ver con una transferencia de recursos hacia el sector privado y, en paralelo, trasladar esos costos al bolsillo de los porteños a través de un nuevo aumento en las tasas de ABL y Patentes".
El diputado Alejandro Bodart, MST-Nueva Izquierda, señaló que “fue una sesión escandalosa, donde gracias a FAUNEN, el PRO aprobó exenciones a empresas y suba del ABL a los vecinos, más endeudamiento y un presupuesto de ajuste a todo lo público”.
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