Con otra escandalosa medida, el juez Claudio Bonadio repitió su modus operandi: al recibir una nueva acusación en el Consejo de la Magistratura optó por realizar una acción mediática para contrarrestar el impacto. "Es una actitud extorsiva", denunció el viceministro de Justicia, Julián Álvarez.
El juez Claudio Bonadio reiteró una mecánica que lo caracteriza: mientras el viceministro de Justicia, Julián Álvarez, presentaba una denuncia en su contra en el Consejo de la Magistratura, el magistrado contraatacó con una medida judicial mediática.
Ayer al mediodía, se valió de la Policía Metropolinazi para exigir a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la declaración jurada de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el ex mandatario, Néstor Krichner, y sus hijos Máximo y Florencia. Además, solicitó la declaración del empresario Lázaro Báez.
"Es una actitud extorsiva contra los consejeros. Bonadio está avasallando a esta institución como lo hizo en el pasado", denunció Álvarez mientras se llevaba adelante el procedimiento en el Consejo que podría terminar en un juicio político contra el cuestionado magistrado (ver nota aparte en esta misma edición).
En tanto, la causa iniciada por el senador Marcelo Fuentes (FpV) contra Bonadio por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público recayó ayer en el juzgado Criminal y Correccional Federal N° 10, a cargo del juez Julián Ercolini.
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