Sandra Cabo fue a la comisaría 4ª de San Fernando a pedir ayuda por una agresión a su hermana. Fue amenazada y recibió una paliza de los efectivos. Los denunció. Pero ellos también. Y ahora la mujer irá a juicio por lesiones.
Todo ocurrió en pocos segundos. "No me maten, por favor", imploró Sandra Cabo, de rodillas y mientras un efectivo policial le apuntaba a la cabeza con una escopeta. Antes, la habían golpeado con piñas y patadas.
Sucedió en febrero de este año, dentro de una comisaría de San Fernando, cuando paradójicamente la mujer concurrió para denunciar un hecho de violencia de género.
Ahora, en tiempo récord, la justicia la someterá en unos días a juicio oral por presuntas lesiones contra los efectivos y provocar roturas en la seccional. "Puedo ir presa, es increíble pero real", contó la protagonista.
Ahora, en tiempo récord, la justicia la someterá en unos días a juicio oral por presuntas lesiones contra los efectivos y provocar roturas en la seccional. "Puedo ir presa, es increíble pero real", contó la protagonista.
El debate oral comenzará el 26 de mayo próximo, en el Tribunal Oral Criminal 2 del Departamento Judicial de San Isidro, y Sandra llega acusada de los delitos de atentado a la autoridad, lesiones y daños (por roturas), en el marco de un episodio ocurrido el 11 de febrero en el interior mismo de la Comisaría 4ª de San Fernando.
"Estoy por el momento sin abogado. Estuve hablando con un defensor oficial y estos días voy a tener una reunión con otro abogado particular. Al anterior no lo pude sostener y el profesional no podía tomar mi representación sin cobrar. Es una causa inventada por los policías, porque yo hice otra por lo que me hicieron. Mientras la causa que inicié está prácticamente archivada, va muy lenta, la que hicieron ellos avanzó rapidísimo. En tres meses ya me mandan a juicio", explicó Sandra.
El caso estalló en febrero cuando Sandra subió un video a la redes sociales donde se observa la agresión que padeció en la seccional policial. Las imágenes fueron tomadas por una hermana de la mujer y son impactantes. "Me pegaron, me tiraron al piso, amenazaron con matarme mientras me apuntaban con una escopeta. Estaban fuera de control. Pero para la justicia soy yo la culpable de que me hayan atacado en una comisaría por ir a denunciar violencia de género", señaló Sandra.
Al trascender el escándalo, desde la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense se indicó que dos funcionarios policiales involucrados en la brutal agresión habían sido apartados de la fuerza. "Lo que pudimos saber es que los dos están trabajando normalmente en otro lugar. De hecho, uno de ellos es el que realizó la contradenuncia. Una vergüenza", dijo la mujer.
Para Sandra, aquella jornada estuvo marcada completamente por la violencia. Es que en su vivienda intervino en una agresión que padecía una de sus hermanas por parte de un familiar y también fue víctima. Por ello, cansada de la reiteración de estos hechos hogareños, decidió ir a la comisaría para denunciar. "Lo que fuimos a buscar fue un poco de ayuda. Pensamos que así esta persona iba a parar algo, como un freno. Pero todo se convirtió en una pesadilla en la seccional", contó la damnificada.
Lo que desencadenó la reacción de los efectivos fue un pedido de Sandra para que le muestren lo que había firmado como su declaración testimonial. "En realidad me hicieron firmar sin preguntarme nada. Yo estaba muy nerviosa cuando me hicieron entrar a la oficina y cuando les pedí ver la declaración, empezaron a decirme de todo. También a mi hermana. Nos decían crotas, cualquier cosa. Les dijimos que íbamos a hacer una denuncia y ahí estallaron. Como la secuencia se ponía cada vez peor, yo simulé que mandaba un mensaje con el teléfono, y empecé a filmar. Le di el aparato a mi hermana, y eso fue lo que se vio. Pero parece que no sirve para la Justicia", cerró Sandra.
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