Condenado a 15 años de prisión efectiva por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, el cura no puede ejercer misa en público y además se enfrentará a un juicio canónico que consiste en que su congregación lo juzgue.
Condenado a 15 años de prisión efectiva por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, el padre Julio Grassi está suspendido como sacerdote y no puede ejercer misa en público. Pero además se enfrentará a un juicio canónico que consiste en que su congregación lo juzgue.
Según explicó en declaraciones radialesel rector de la Catedral Metropolitana, Alejandro Russo, en caso de que se lo encuentre culpable, pierde su condición de clérigo.
Russo además se refirió al comunicado del Obispado que plantea dudas sobre la culpabilidad de Grassi. "El comunicado lo conozco nada más que por los medios. El primer párrafo en el que duda sobre el proceso es una defensa de Grassi. Cuando hay duda de cualquier situación inmediatamente hay que aplicar una medida cautelar, prohibir el ejercicio sacerdotal hasta que la situación se aclare''.
Según dijo, "la congregación tiene que juzgarlo primero, tiene que haber un juicio canónico. En caso de que se lo encuentra culpable pierde su condición de clérigo''.
''Hay un bien subyacente en esto. Más allá de que sea verdad o sea mentira, la Iglesia presenta una fe que va más allá de la realidad humana. Si este hecho es verdad le hace mal a la Iglesia de muchas maneras. Y si no es verdad también le hace mal. Uno tiene que pensar que la Iglesia no depende de la condición humana'', explicó.
Por otra parte, se refirió sobre el papa Francisco. "Me imagino que Francisco sabe (de esta situación procesal de Grassi), porque el Papa siempre está con información de los medios. Y tratándose de un caso particular como este debe tener información particularmente''.
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