Los alumnos ingresaron ayer a la madrugada a la Iglesia de San Ignacio de Loyola, contigua al establecimiento educativo, y produjeron destrozos y dejaron pintadas con frases ofensivas, hechos que fueron repudiados por el Centro de Estudiantes.
Los cinco estudiantes ingresaron por los túneles y forzaron cuatro puertas para llegar al templo, en donde quemaron el sillón sacerdotal, un banco de la iglesia, y realizaron pintadas sobre el piso con consignas como "la única iglesia que ilumina es la que arde" e "hipócritas: ni Dios ni amo".
Los alumnos del CNBA manifestaron su "total repudio" por lo sucedido, ya que "fue realizado a espaldas del centro de estudiantes y entendemos que la razón fue desvirtuar el eje de la lucha, porque son chicos que desde un principio se opusieron a la toma del colegio", dijo a Télam Nicolás Cernadas, del Centro de Estudiantes.
"Nos enteramos hoy (por ayer) a la mañana del hecho cuando los medios comenzaron a llamarnos", dijo Cernadas, hecho por el cual hoy en asamblea se decidió manifestar el repudio y "no permitir que esos chicos vuelvan a entrar a la toma del colegio".
El estudiante agregó que "decidimos que no vamos a decir públicamente quiénes son" ya que "tenemos información de que el sacerdote de la iglesia (Francisco Baigorria), de quien nos ponemos a disposición, realizó una denuncia penal, por lo que esto deberá resolverse por vía judicial".
A la vez, Juan Manuel Cuello, presidente del Centro de Estudiantes, sostuvo que "pedimos disculpas pero nos deslindamos del caso".
Por su parte, el rector del colegio que depende de la Universidad de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, manifestó su consternación por los destrozos. "No puedo creer que haya sido un grupo de alumnos", dijo y agregó que "la medida que se tome podría llegar a ser la expulsión".
El rector evaluó que el hecho "no tiene que ver con la toma" en rechazo de la reforma educativa que planea el Gobierno porteño y aseguró que esta es "una de las situaciones más graves que se dio en los últimos 30 años en la institución".
El sacerdote Baigorria calificó los hechos como "lamentables, no solo materialmente" sino que "es terrible el daño espiritual porque profanaron el altar".
"La relación con los alumnos es buena", manifestó Baigorria y afirmó que quienes ingresaron a la iglesia "son víctimas, porque no puede ser que tengan este nivel de violencia y agresividad: ese odio no es de ellos, de su corazón".
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú, también manifestó su "más enérgico" repudio por los destrozos, a través de un comunicado, y afirmó que "esto claramente va en contra de nuestro espíritu y vocación de diálogo permanente".
"Como rector de una universidad pública, no arancelada, laica y abierta a la comunidad, este hecho significa una terrible aberración que no podemos dejar de despreciar", remarcó Hallú convocó a padres y alumnos a que reflexionen sobre lo sucedido y reparen los daños.
La iglesia de San Ignacio de Loyola es el testimonio más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires en materia edilicia con más de 300 años, con tesoros arquitectónicos y artísticos.
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