Al igual que Sergio Berni y Agustín Rossi, el gobernador de Santa Fe se acercó al lugar de la tragedia para "evaluar las necesidades y tomar decisiones". Calificó al siniestro como "una página negra" en la historia de la provincia.
Tras la trágica explosión en Rosario, el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, se acercó al lugar para "evaluar las necesidades y tomar decisiones". Por "pedido de la Presidente", también llegaron Sergio Berni y Agustín Rossi.
"Es un momento para evaluar las necesidades y después tomar decisiones", sostuvo Bonfatti al acercarse al lugar. Consultado sobre las versiones de una pérdida de gas que habría provocado la explosión, el mandatario santafesino afirmó que se está "enterando" de las novedades.
Bonfatti además remarcó que "tendrá que haber responsables de estas cosas" y calificó al siniestro como "una página negra" en la historia de la provincia.
Por su parte, la intendente Mónica Fein dijo que se comunicó con la empresa Litoral gas y aclaró que no tenían "notificación de pérdidas de gas". Sin embargo, apuntó contra la empresa al afirmar que ésta "tardó un tiempo largo" en cortar el servicio mientras se llevaban a cabo las tareas de rescate.
También se hicieron presentes el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien dijo que "por directivas precisas de la Presidente" llegaron a Rosario para "poner todos los recursos materiales y humanos que sean necesarios".
"Desde que ocurrió el hecho temprano estuvimos en contacto con la intendente y nos fue diciendo cuáles eran las demandas básicas", precisó Rossi.
El titular de Defensa informó que efectivos de Prefectura y Gendarmería reforzarán la seguridad, sobre todo "a la tarde noche, con los comercios que se vieron afectados".
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