martes, 30 de julio de 2013

El fuerte impacto del desendeudamiento

Por Nicolás Furfaro, para Tiempo Argentino 
 
Suma U$S 5400 millones anuales por el pago de deuda con recursos genuinos más el pase de deuda del sector privado al estatal.
 
La política económica que el gobierno nacional define como "modelo" tiene un pilar fundamental en el desendeudamiento, cuestión que debe ser analizada en profundidad para no caer en la nominalidad y simpleza de comparar los stocks totales entre 2003 y la actualidad.
 
La porción de la deuda en manos del sector privado, que es la que tiene un peso real sobre el accionar del Estado, cayó de U$S 191 mil millones en 2005 a U$S 83 mil millones en 2012 y permitió un ahorro de un piso de U$S 5400 millones anuales en pago de intereses.
 
La decisión oficial fue recortar paso a paso la influencia de ese costado de la deuda y cargar más aquella que se encuentra al interior del propio sector público. El primer escalón fue la quita que se logró con los canjes de deuda de 2005 y 2010, que además de reducir los intereses y alargar los plazos redujeron el monto adeudado en U$S 48 mil millones.
 
Luego, en el contexto de la crisis mundial de 2008 se decidió estatizar las AFJP y se obtuvo así un 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI) en aportes y una nueva quita de la deuda con el sector privado, que en esa ocasión cayó U$S 35 mil millones. Por último, el pago de toda la deuda con el Fondo Monetario Internacional en 2006 y desde 2009 mediante la conformación de un fondo de reservas del Banco Central para afrontar todas las obligaciones en moneda extranjera. El gobierno destinó U$S 35 mil millones de las reservas hasta fin del año pasado, cifra que para diciembre se acercará a los U$S 40 mil millones.
 
Como indica el último informe de las consultoras Econométrica y Quantum Finanzas, aun considerando una suba de U$S 10 mil millones a través de la capitalización de intereses y CER (coeficiente que ata el valor de los papeles al crecimiento del índice de precios al consumidor), el monto total de la reducción llegó a U$S 108 mil millones, que a un interés anual del 5%, que paga Brasil, implica un ahorro para el Estado de unos U$S 5400 millones anuales. Con todo, de volver al mercado, la Argentina pagaría una tasa mayor, producto de su enfrentamiento con los fondos buitre y las calificadoras de riesgo.
 
El significado de este número queda de relieve cuando se ve que, por ejemplo, los holdouts que mantienen el juicio contra la Argentina en los tribunales de Nueva York reclaman un pago de U$S 1330 millones por el 100% del valor de los papeles que poseen y sus intereses. El hipotético pago en caso de un fallo negativo sería, como mínimo, cuatro veces menor a los intereses que se ahorra el país.
 
"Los números son elocuentes y el desendeudamiento es un hecho", subraya el informe de Econométrica. Este año se necesitan sólo U$S 4800 millones para afrontar todos los pagos de la deuda pública a privados y organismos en moneda extranjera, cifra que equivale a un punto del PBI y que se eleva a un total de 1,6% del Producto si se incluyen los pagos en moneda local.
 
En tanto, los pagos fuertes en dólares para 2014 llegan a los U$S 5500 millones, incluyendo el muy probable pago del cupón PBI que se gatillaría este año. En 2015 hay un nuevo pico con obligaciones por U$S 8500 millones (con el peso del vencimiento del Boden 2015 pero sin incluir el hipotético pago de un cupón PBI si el crecimiento de 2014 está por encima del 3,26%).
 
Así se muestra que el contraste con los años de crisis es fuerte, incluso cuando se observan años en los que hay vencimientos grandes. Las obligaciones que tenía el país en medio de la explosión económica y social de 2001 alcanzaban unos U$S 20 mil millones anuales, un 8% del PBI. Una mitad era para pagar intereses y la otra para afrontar el capital y la magnitud superaba incluso las reservas del Banco Central.
 
Una de las polémicas que surge a la hora de hablar del desendeudamiento con el sector privado es el aumento del stock en manos del sector público. Ramiro Castiñeira, de Econométrica, apunta que alcanzó el 26% del PIB, con poco más de la mitad en manos del BCRA y el resto en tenencia de la ANSES y el Banco Nación. "Vale recordar que todos los países tienen deuda intra sector público. Según el FMI es del 20% del PIB en Estados Unidos (su mayor parte en manos de la Reserva Federal), 25% en Italia, 34% en Brasil, 15% en Perú y 5% en México", detalla el economista.
 
Econométrica agrega que "por primera vez en décadas la realidad de Argentina de hoy es otra, ya que se sacó de encima el peso de la deuda, cerrando otra herida que dejó el paso de la dictadura y la convertibilidad". Aunque Argentina ya no tenga la fortaleza macroeconómica de hace unos años, tampoco tiene la debilidad estructural de las décadas previas, y  con la deuda pública como una de las características más salientes.

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