domingo, 21 de julio de 2013

No tienen autoridad moral ni para el elogio

Editorial. Por Eduardo Di Cola *

Abrió la edición 2013 de la Exposición Rural y, como no podía ser de otra manera, abundaron las críticas al Gobierno nacional.
 
“Contra toda arbitrariedad estamos acá en Palermo, en la Rural, en nuestra casa” 
 
Estas fueron algunas de las palabras que el Presidente de la Suciedad Rural Argentina expresó al momento de la apertura de la exposición rural del corriente año.
 
Abundaron críticas al gobierno nacional. Vocablos tales como autoritarismo, prepotencia y otras de similares calibre fueron repetidas en lo que ya se ha convertido en un clásico de esta dirigencia.
 
Lo llamativo es que no tienen autoridad moral para asumir este discurso. No porque piensen distinto. Mucho menos porque lo expresen; hacerlo ayuda a conformar una sociedad pluralista y cada vez más democrática y tolerante.
 
De lo que se trata, es que no son ellos los que estén en condiciones de señalarnos cuales son  los caminos más correctos a seguir.
 
¿Qué país hubiéramos construido si todos anduviésemos por la vida no pagando aquello que compramos?
 
A lo largo de la historia de la Suciedad Rural Argentina ¿no ha sido el derecho a la propiedad al que más se aferraron sus dirigentes?
 
No tienen autoridad para referirse al predio ferial como “nuestra casa”. En todo caso lo será cuando lo paguen en su justo precio más los intereses que le corresponde por morosos.
 
Lo usufructuaron en forma gratuita por más de cincuenta años, el Estado se los vendió en una operación cuestionada legalmente y no lo pagaron a pesar de haber transcurrido veinte años.
 
Por si esto le resultara insuficiente nos viven enrostrando, diría burlándose  de lo eficiente que son en su explotación, las ganancias que obtienen y las inversiones que realizan.
 
Además se refugian en el discurso grandilocuente de defensa del productor agropecuario, con los que en su inmensa mayoría tienen poco que ver. Aún están frescos en la memoria los años de quebranto del sector en los que muchos de los que hoy aparecen solidarios en aquellos tiempos fueron funcionarios y ministros.  En tanto otros usufructuando la debilidad del endeudado aprovecharon las circunstancias para ampliar sus extensiones o hacerse de maquinarias y herramientas a precio de remate.
 
Esta dirigencia agroterrorista (1) no tiene autoridad moral ni siquiera para el elogio. El día que lo hagan será porque el gobierno de turno se resignó a no cobrarles lo que deben.
 
* Ex Diputado Nacional
 
(1): La calificación de "agroterrorista" fue agregada por la redacción de Currín y no es responsabilidad del autor del editorial; al igual que la deformación de Suciedad por Sociedad.

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