La Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto impulsado por el Ejecutivo de exteriorización de capitales. La votación finalizó con 130 votos positivos contra 107 votos negativos.
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en general y convirtió en ley el proyecto impulsado por el Ejecutivo para canalizar dólares a YPF, al sector inmobiliario y de la construcción. La votación, que se realizó en horas cercanas a la medianoche finalizó con 130 votos positivos contra 107 votos negativos.
Previante, durante el debate, el diputado correntino Fabián Ríos (FpV) aseguró que la ley de blanqueo de capitales es una “buena herramienta para recuperar depósitos en dólares y reactivar sectores sensibles como son la construcción y el energético para beneficiar al conjunto del país”.
Además, aseguró que desde este año existe una “operación política y mediática” que genera “desconfianza” en la sociedad y promueve la “caída de los depósitos en dólares”.
En tanto, el diputado Federico Pinedo encabezó el rechazo del PRO al proyecto al sostener que: “Argentina será un país financiado por la delincuencia”, a la vez que apuntó a la caída del sector inmobiliario y de las reservas del Banco Central.
“Con este blanqueo se va a generar un mecanismo de lavado de dinero”, insistió el macrista, quien señaló en primer lugar que “como se ha producido una caída en las reservas del Banco Central, estos dólares de los delincuentes y evasores les van a servir para paliarla”.
A su vez, el presidente del bloque de diputados de la Coalición Cínica-ARI, Alfonso Prat el Gay, rechazó terminantemente el proyecto al asegurar que premia a los evasores al fisco y además les da una “ganancia monumental” porque no deberán pagar impuestos.
“Se le está otorgando un traje a medida a los evasores, más atractivo (que el blanqueo de 2008), porque es sólo para los que tienen dólares y no le pedimos nada a cambio”, dijo el ex presidente del Banco Central.
La sesión especial se inició a las 12.12 con la presencia de 131 diputados oficialistas. Los bloques opositores se sumaron luego, dispuestos a rechazar ambos proyectos.
La iniciativa referida al blanqueo de ahorro en dólares crea el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE) y el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico para financiar proyectos energéticos, y el Certificado de Depósito para Inversión (CEDIN) para la compra de inmuebles o el financiamiento de la construcción.
Esos activos podrán adquirirse en un primer momento sólo con dólares y la compra de los títulos no requerirá justificación sobre el origen de los fondos. Es decir que se condonan todas las deudas tributarias pasadas vinculadas con las operaciones que dieron origen al dinero e inclusive se exime del pago del impuesto al débito y crédito a la transferencia bancaria en caso de que el dinero se traiga al país desde el exterior.
Una vez que el Cedin y el Baade circulen en el mercado secundario podrán adquirirse en pesos, a un valor que todavía se desconoce, pero que no debería despegarse mucho del dólar blue.
Finalmente también se tratará el último proyecto de reforma judicial que le resta sancionar al Congreso: el que establece el acceso por concurso a la carrera judicial.
"Es una forma más con la que el gobierno busca mantener la sustentabilidad en su sector externo y fiscal", afirmó el titular de la comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, al fundamentar la iniciativa del blanqueo en el marco de la reunión que se llevó a cabo ayer en el segundo piso del Anexo "C" de la Cámara baja, y agregó que tiene por objetivo "la movilización del ahorro en moneda extranjera hacia activos productivos e inmuebles".
Al escuchar las críticas de los opositores, el ex viceministro de Economía los desafió a precisar "cómo imaginan el financiamiento del sector público y cómo imaginan el financiamiento de la economía del país" y destacó que el gobierno nacional procura "no depreciar activos argentinos a través de la devaluación". "La tenacidad sobre el tipo de cambio tiene que ver con impedir ciclos recurrentes de devaluación de los activos en el país", afirmó.
Por su parte, el titular de la Comisión de Legislación General, Luis Cigogna, criticó duramente la "moralina evanescente" que, a su criterio, dominaba el debate de la oposición y sostuvo que el proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo para la exteriorización de capitales "es un recurso perfectamente legítimo".
Uno de los legisladores más duros de la oposición fue Eduardo Amadeo (Frente Peronista), que consideró que la iniciativa busca una "movilización del ahorro malhabido" y sostuvo que el financiamiento de la economía "debe lograrse con buena política económica y no con dinero en negro".
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