El oficialismo espera presentar su dictamen en Diputados a fines de abril. Buscan que la iniciativa sea aprobada con un alto nivel de consentimiento entre los distintos bloques. Se introdujeron varias modificaciones en el articulado original.
La unificación del Código Civil y Comercial recorre la recta final de su trayecto en el Congreso de la Nación. El proyecto, que será la vedette de este año legislativo, busca ser sancionado con un alto grado de consentimiento, producto, en principio, de "la columna vertebral del trabajo" y, luego, de la modificación de algunos de los 140 artículos objetados.
La codificación que cuenta con 2671 artículos y que se debate en el Congreso de la Nación desde agosto del año pasado, lejos está de ser aprobada a libro cerrado. El oficialismo trabajó en un dictamen propio, que reconocerá algunas de las 140 objeciones surgidas del trabajo en Comisión, y que será presentado a fines de abril.
Al respecto, desde el oficialismo destacan que "se analizaron los 140 artículos cuestionados para redactar la propuesta definitiva del nuevo Código Civil y Comercial", pero aclaran que "ello no significa que se hace lugar a todas las propuestas sugeridas, sino que se analiza en cada caso concreto lo mejor para adecuar las relaciones y situaciones jurídicas particulares entre las personas ya sean humanas o jurídicas, en el cuerpo normativo que regirá".
Desde bloque del Frente para la Victoria (FPV) explicaron que "las observaciones son tanto de nuestros legisladores como de otros bloques", y subrayaron que además "algunas son cuestiones técnicas y otras son de fondo".
Por otra parte, propios y extraños, oficialista y opositores, niegan que exista algún tipo de injerencia papal en el tramo final del debate. "Las modificaciones que pueda sufrir el proyecto son fruto del trabajo en comisión y de lo que se recogió en las audiencias públicas", coincidieron desde todas las bancadas consultadas.
El documento, que detalla los 140 puntos que fueron analizados en profundidad por el oficialismo, contiene a los artículos que legislan, entre otros temas, sobre los derechos sobre el cuerpo humano, los derechos de los pueblos originarios, el comienzo de la existencia, afectación de la vivienda, los deberes de los esposos en el matrimonio, la maternidad subrogada, la filiación post mortem, la responsabilidad del funcionario y del empleado público y el acceso al agua.
Desde la Unión Cívica Radical (UCR), el diputado Juan Pedro Tunessi señaló que su partido "está acompañando, con la diferencias y las críticas que hemos tenido que son en los temas de la responsabilidad civil del Estado, el derecho al acceso al agua".
Por otra parte, Tunessi destacó que "la norma empodera y da más y mejores derechos a las clases más vulnerables" y reconoció que "el código en eso es un progreso". El diputado radical también se expresó en contra de la injerencia de la Iglesia en la discusión legislativa, aunque sin embargo admitió que el partido centenario acuerda con algunos de los cuestionamientos clericales y espera que el rol que ahora desempeña Jorge Bergoglio sirva para acompañar los reclamos opositores en algunos temas.
"Nosotros hemos tenido una posición muy clara vinculada al alquiler de vientre y la paternidad post mortem. Puede ser que ahora tome mayor andamiaje y eso se saque porque eso era una cuestión controvertida antes de que asuma Francisco", admitió Tunessi.
El proceso final que debe atravesar la nueva codificación abrirá un nuevo espacio de discusión. Cada bloque presentará su propio dictamen. Así lo detalló la diputada oficialista y presidenta de la Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Códigos Civil y Comercial, Diana Conti, quien además informó ante la prensa acreditada que a fines de abril "estarán en condiciones" de presentar una "propuesta de dictamen".
En tanto, el diputado Ricardo Gil Lavedra anticipó que la UCR también trabaja en su dictamen y reconoció que "cuantas más coincidencias encontremos entre los bloques, vamos a lograr una norma de mayor legitimidad".
Entre los acuerdos que aflorarán del dictamen radical estarán en, otro otras, la legislación sobre "técnicas de fertilización asistida, la tenencia de los hijos, el matrimonio entre personas del mismo sexo y en todas las cuestiones que están establecidas en el código y apuntan a la autonomía de la voluntad".
En tanto, la posición más disonante la aportará en el tramo final de la discusión el Frente Amplio Progresista (FAP). Una de las representantes del espacio que lidera Hermes Binner dentro de la Comisión, Liliana Parada, consideró que "es imposible poder acompañar" el proyecto tal como está planteado "más allá de los avances en familia" a causa de algunos puntos "retrógrados". Parada se refirió de esa forma, entre otras, a "normas de deslaboralización" que significarían un "ataque a los trabajadores".
Ya superado el parate obligado por las Pascuas, la Bicameral presidida por Conti está lista para encarar la última etapa un proceso largo que incluyó hasta ahora más de una veintena de audiencias públicas y más de una decena de reuniones de legisladores y que aún no tiene fecha de finalización.
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