El FPV, el radicalismo y el socialismo condenaron el llamado a "hacer desaparecer" a los miembros del gobierno y sus votantes. Uno de los agrogarcas tiene antecedentes de violencia.
El impacto tardó dos días, pero a medida que las declaraciones circularon por las redes sociales la indignación y el repudio se fueron multiplicando.
Tras la difusión que tuvieron las intervenciones de los agroterroristas que hablaron el martes en la asamblea de la Mesa de Enlace santafesina, se desató una ola de condenas que incluyó a buena parte de las fuerzas partidarias.
La utilización de expresiones como "sacar a patadas a la porquería que está gobernando" y la apelación a "hacer desaparecer" a la gente que integra o respalda al gobierno a través de "métodos psicológicos y de acción directa", fueron duramente cuestionadas por la mayoría de los partidos con representación parlamentaria.
Los dichos del vocero de los productores autoconvocados de la localidad santafesina de Malabrigo, Raúl Zorzón, al igual que el discurso de un ganadero de nombre Daniel y procedente de Avellaneda (del norte santafesino), incluso despertaron críticas entre dirigentes ruralistas.
De hecho, la Suciedad Rural de Córdoba y Coninagro, otra de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, emitieron sendos comunicados para repudiar las expresiones que se escucharon el martes.
"Se podrá disentir con las políticas de un gobierno democrático, pero no pedir destituirlo", señaló el titular de la Suciedad Rural de Córdoba, Eduardo Ballesteros.
"Coninagro no comparte los agravios que atentan a gobiernos, investiduras e instituciones", comunicó la entidad presidida por Carlos Garetto.
Zorzón, uno de los autores de las amenazas cuasi-golpistas, cuenta con antecedentes en el uso de la acción directa y escraches. "Él fue el organizador de la agresión que me hicieron en 2009 en la ciudad de Reconquista. Era el que la encabezaba públicamente. Aquella vez me rompieron el parabrisas y me llevaron de huevos el auto", comentó el jefe del bloque de Diputados del oficialismo, Agustín Rossi.
El ex senador de la UCR, Leopoldo Moreau, fue más allá y advirtió sobre el rol de algunos medios en la propagación del odio: "Son expresiones absolutamente minoritarias pero están alimentadas por campañas mediáticas que siembran el odio, el rencor y los prejuicios, y que después no se hacen cargo del producto de su campaña", subrayó.
Desde el oficialismo, una de las voces más fuertes fue la del senador Daniel Filmus (FPV), quien exigió que el Poder Judicial intervenga de oficio ante el tono de los discursos ruralistas. "Es necesario que la Justicia determine si hubo apología del delito. La palabra 'desaparecer' tiene connotaciones que remiten a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura", exhortó.
"La patria corporativa ganadera encarnada por la Mesa de Enlace vocea el espíritu de las juntas militares genocidas", agregó la diputada Diana Conti.
Las declaraciones en cuestión formaron parte de una larga asamblea ruralista que duró tres horas. Una delegación de los productores participantes luego fue recibida por el ministro de gobierno de Santa Fe, Rubén Galassi.
Consultado al respecto, el jefe del bloque socialista en Diputados, Juan Carlos Zabalza, atribuyó aquellos dichos al "pensamiento antidemocrático" que, según él, representa "una ínfima proporción" de la sociedad. "Nosotros somos opositores pero trabajamos dentro de las instituciones. De ninguna manera somos destituyentes. No comparto ese tipo de expresiones", dijo Zabalza.
Filmus no fue el único que reclamó la intervención de la justicia. El diputado bonaerense Fernando "Chino" Navarro (FPV) no descartó que los dichos que se escucharon en la asamblea impliquen una violación de varios artículos del Código Penal y de la Constitución. "Todo esto raya en la violación de varios artículos de nuestra legislación y demuestra el grado de primitivismo de cierta dirigencia que tiene una clara nostalgia de la dictadura cívico-militar", remarcó Navarro.
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