Médicos, pacientes y vecinos del Hospital Oftalmológico Santa Lucía, acompañados por legisladores porteños, realizaron este jueves al mediodía un abrazo simbólico a ese centro de salud en protesta por el cierre del servicio de Neurocirugía.
Legisladores, médicos y hasta pacientes se congregaron en la puerta del hospital Santa Lucía para repudiar la suspension del servicio de neurocirujía.
"El gobierno porteño niega el cierre del servicio, pero está el candado puesto en el sector. No se dan cuenta de que están cerrando el único lugar de neurocirugía del país y de los países limítrofes", dijo Armando Basso, jefe de servicio suspendido por la gestión PRO.
Héctor Miglino, padre de un paciente del hospital, contó que se movilizó en defensa de ese servicio porque "a mi hijo le salvaron la vida hace dos años acá, le hicieron un tratamiento de hipófisis, que es la glándula del crecimiento, por un tumor".
En este sentido, consideró que "acá están los mejores neurocirujanos del país" y consideró que "el cierre no se puede permitir, yo no sé si los directivos que tiene Macri saben lo qué están haciendo".
"Mi hermano tiene que ser reoperado, y no se puede porque está cerrado el servicio, la terapia intensiva del Hospital está cerrada con candados, entonces no es que está en funcionamiento, sino que fue desmantelado a nivel tecnológico y a nivel médico", indicó Nancy, hermana de un paciente que fue operado en 2003.
Otra paciente contó que "en el año 2007 fui operada de un tumor de hipófisis que me impedía tener hijos" y agregó que luego de la operación "hoy tengo un hermoso hijo de cuatro años, por eso le agradezco infinitamente a todo el equipo que me atendió".
Además de pacientes y vecinos del centro especializado, ubicado en la Avenida San Juan al 2000, estuvieron presentes los legisladores Juan Cabandié, Jorge Selser y María José Lubertino.
Ayer, profesionales de este centro de salud dijeron a Télam que "desde agosto no funciona el servicio de Neurocirugía porque no hay médicos de terapia".
El personal de Neurocirugía envió el 18 de enero una carta a la comisión de Salud de la Legislatura, que preside Jorge Selser, pidiéndole que "interceda ante quien corresponda para que reanude el normal funcionamiento" de ese servicio, pues creen que "corre riesgo de desaparecer por mero desconocimiento".
Además, denunciaron que "durante los últimos cinco años el servicio ha sido víctima reiterada de un proceso de desmantelamiento y obsolescencia tecnológica por parte del gobierno de la ciudad", que "impactó directamente" en su funcionamiento.
"Ellos (el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) están a favor de ir avanzando en la destrucción paulatina de la salud pública, porque en los hospitales de la ciudad se atienden los más humildes, los trabajadores, los ocupados, los sectores de clase media", sentenció Marcelo Frondizi, secretario adjunto de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).
Cabandié informó que "ayer (por el miércoles) la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, dijo que desmentía que aquí se iba a cerrar el servicio" y consideró que "lo cierto es que lo hacen de una manera perversa, no asignando anestesistas a este servicio, no poniendo médicos terapistas, entonces no se pueden realizar las intervenciones quirúrgicas y eso es una forma solapada de cerrar un servicio".
Por lo tanto, "le pedimos a la vicejefa que asigne partidas presupuestarias al servicio de Neurocirugía de este hospital, que firme lo administrativo necesario para que los terapistas sean designados y los anestesiólogos que faltan sean puestos en funciones para que puedan realizarse intervenciones quirúrgicas", solicitó.
Desde Currín On Line expresamos nuestro más enérgico repudio, no sólo al cierre del servicio de neurocirujía del Hospital Santa Lucís, sino a toda la política de salud pública de la gestión del procesado Mugrizio Macri.
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