Por Sebastián Premici, para Página/12
Los cupos de exportación de granos que el Gobierno otorga a las cooperativas terminaron comercializándose en perjuicio de aquéllas y en beneficio de dirigentes agrarios. La operatoria es similar a la que aplican las multinacionales.
La Federación Agraria Argentina (FAA) aplicó una transferencia de recursos de los productores hacia sus propias arcas, misma práctica comercial que le critica a las grandes cerealeras. La historia que reconstruyó Página/12 se remonta a julio de 2011, cuando el gobierno nacional decidió entregarle a la entidad un cupo de exportación de 50.000 toneladas de trigo para que pueda ser vendido por sus productores afiliados. El intermediario de esa operación fue la empresa Federar, que mantiene con la FAA un estrecho vínculo societario desde 2006. El tándem FAA-Federar pagó por el trigo que le compró a las cooperativas entre 30 y 40 dólares menos que el FAS teórico, precio de referencia publicado por el Ministerio de Agricultura. La venta se realizó en varias etapas. Por las primeras 25.000 toneladas, se quedaron con una ganancia superior a los 700.000 dólares, que podría haber ido a los productores. Otros dos datos llamativos: no hay registro de estas operaciones en la Memoria y Balance de la FAA 2011-2012, y dos de los principales beneficiarios de este cupo están directamente vinculados a dirigentes del entorno más cercano a Eduardo Buzzi.
Toda esta información fue confirmada a Página/12 por productores y cooperativas que participaron del negocio, como la Cooperativa Agrícola Ganadera de Armstrong Ltda.; por el propio titular de Federar, Fabián Tenaglia; por integrantes de la FAA que denunciaron el hecho durante el último proceso de elecciones internas; por los registros que figuran en el ministerio de Agricultura y los propios balances oficiales de la FAA.
El vínculo entre la Federación Agraria y Federar nació entre 2006 y 2007, a partir de la firma de un convenio privado entre ambas partes. En su Memoria y Balance 2007-2008, la entidad que preside Buzzi hace una década explicaba que a través de Federar ofrecerían un “servicio en apoyo a las cooperativas adheridas y afiliadas a FAA, ya sea para el corretaje de granos, la administración de planes de canje, el manejo de riesgos de precios y la distribución y venta de insumos”. Ambas organizaciones comparten el domicilio fiscal, Corrientes 791, piso 3, que es donde está ubicada la sede central de la FAA en Rosario (Santa Fe).
En 2011, las distintas entidades agropecuarias se quejaban de que sus productores afiliados no podían vender el trigo almacenado porque las exportaciones estaban cerradas. Y quienes podían venderlo recibían un precio con una quita de aproximadamente 50 dólares por tonelada. Esa era la diferencia que surgía entre el FAS Teórico (precio pleno descontadas las retenciones) publicado por Agricultura y lo que realmente pagaban las multinacionales.
“Hoy nos volvemos a movilizar con nuestros tractores, para denunciar nuevamente la responsabilidad de un Gobierno que viene permitiendo desde hace cinco años una fenomenal transferencia de recursos de los productores trigueros más chicos hacia la billetera de unas pocas empresas multinacionales”, sostenía Buzzi el 11 de enero de 2011. En febrero de ese año, el ministerio de Agricultura dispuso la apertura de un millón de toneladas de trigo de baja proteína a través de la resolución 62/2011. El 14 de julio de ese mismo año, el ministerio dictó otra resolución (610/11) que modificó las condiciones de calidad del trigo a exportar para poder incluir una mayor cantidad de productores. De ese cupo, hubo una partida exclusiva para la FAA. El encargado de solicitarle al Gobierno 50.000 toneladas para ser comercializadas exclusivamente por las cooperativas vinculadas a la FAA fue Omar Barchetta, entonces vicepresidente de la entidad y actual diputado nacional por el FAP.
Según los registros a los que accedió Página/12, las primeras 25.000 toneladas de ese cupo fueron vendidas entre el 20 y 21 de julio de 2011. En el primer día, FAA-Federar compró 15.310 toneladas a 190 dólares por tonelada. En el segundo día, fueron 9320 toneladas a 195 dólares. La exportación de ese trigo fue realizada por CHS, un traider norteamericano cuyo representante en la Argentina es Ignacio Bosch, quien recibió una comisión por parte de FAA-Federar para finalizar la venta al exterior. “Ante la necesidad de venta que teníamos, ésta era una posibilidad de comercializar el trigo. Había una gran cantidad de productores que tenían esta problemática. Ante esta situación, las cooperativas aceptaron vender por debajo del FAS teórico”, reconoció a Página/12 Horacio Peroni, gerente de la Cooperativa Armstrong, que comercializó aproximadamente 1400 toneladas.
El FAS teórico para el 20 de julio era de 220 dólares por tonelada, y de 226 dólares al día siguiente. Es decir, FAA-Federar le pagó a las cooperativas y productores entre 30 y 35 dólares menos por el trigo. La diferencia entre el FAS teórico y lo realmente pagado fue de 824.770 dólares.
La Federación Agraria se jacta de operar a través de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), una institución que está habilitada para exportar y que tiene la espalda suficiente como para manejar un volumen de 50.000 toneladas de exportación. AFA mantiene un vínculo directo con los productores, es decir que no necesitaría de los servicios de la Federación Agraria para realizar negocios. Pero Buzzi firmó el convenio con Federar, para que la entidad gremial que preside hace diez años pueda ser intermediaria con los productores y recibir un porcentaje de los negocios realizados por aquélla. “Desde siempre nos sugerían operar vía Federar. Hubo reuniones del Consejo (de FAA) donde nos decían que si operábamos por Federar, estaríamos aportando recursos para Fecofe”, agregó Peroni. Fecofe es una federación de cooperativas creada en 2006, de la cual Buzzi fue su presidente hasta 2011, al ser desbancado por Isaías Ghio. De todas maneras, había quedado como vice de esa entidad, hasta que fue desplazado por Juan Manuel Rossi en 2012. El objetivo de Buzzi era firmar con Fecofe el mismo convenio que tenía Federar, para convertir a la federación de cooperativas en otro agente de negocios de FAA.
Sin registro. Según indicó Tenaglia a este diario, por la venta de las primeras 25.000 toneladas Federar le pagó a CHS el 1 por ciento en concepto de comisiones y otro 1 por ciento a la Federación Agraria. Este 2 por ciento equivale a 111.021 dólares. Por lo tanto, el tándem intermediario se quedó con 713.748 dólares limpios, dinero que podría haber correspondido a los productores si les hubiesen pagado el FAS Teórico, tal como suele reclamar el propio Buzzi.
A partir del convenio firmado, FAA alquiló la corredora a Tenaglia por una suma fija de 10.000 pesos, además de hacerse cargo de los gastos administrativos. A su vez, el tándem FAA-Federar cobra una comisión a los productores por cada operación que es realizada. Y Federar también le paga a FAA una comisión por los negocios que le acerca, tal como reconoció a este diario el propio Tenaglia. Los ingresos de esta asociación deberían aparecer registrados en los balances de FAA bajo la categoría “servicios de promoción, administración y comercialización”.
En las Memorias y Balances de FAA entre 2006 y 2010, la entidad menciona su vínculo con Federar. Sin embargo, en el Balance 2011-2012, que corresponde al período en el que fue realizada la operatoria con el cupo otorgado por el Gobierno, esa categoría de ingresos no aparece. Tampoco hay mención alguna a “Federar” en la Memoria de la entidad, a pesar de que Buzzi pidió en persona a los productores que comercializaran dicho cupo a través de Federar. Página/12 intentó comunicarse con el titular de la entidad, pero éste no respondió los llamados.
Según confirmaron a este diario desde el Ministerio de Agricultura, el tándem FAA-Federar logró vender el total del cupo de 50.000 toneladas, así que a los 700.000 dólares de diferencia ganados por ambas entidades por la venta de 25.000 toneladas, habría que sumar otro monto similar que tampoco aparece en los balances de FAA.
Página/12 le preguntó a Tenaglia cuál era la ganancia que figuraba en los balances de Federar por haber realizado esa operatoria. Su respuesta fue que había que consultarle a Buzzi para ver esos balances, porque existía “un acuerdo” entre ambos, dando a entender que los números de Federar se manejan en la Federación Agraria.
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