La titular de la Asociación, Estela de Carlotto, anunció la restitución de la identidad de Pablo Javier Gaona Miranda, desaparecido en mayo de 1978. "Vino solo, hace un mes", dijo Carlotto y agregó: "Esto nos da esperanza y nos alimenta el alma".
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció ayer la restitución de la identidad del nieto recueperado número 106. Se trata de Pablo Javier Gaona Miranda, quien desapareció junto a sus padres en mayo de 1978 y hace un mes se acercó a la Asociación.
El joven nació el 13 abril de 1978 y un mes después fue secuestrado junto a sus padres, María Rosa Miranda y Ricardo Gaona, ambos militantes del ERP.
"Hoy después de 34 años fue liberado de la mentira", dijo la titular de Abuelas, Estela de Carlotto y agregó: "La verdad es la única forma de poner fin al tormento de vivir sin saber quién es uno".
Ricardo Gaona era paraguayo y lo apodaban Petiso. Militó en la JUP, estuvo detenido en Villa Martelli y en Olmos y poco después de lograr la libertad se integró al ERP, donde también militaba María Rosa, que era de Tucumán.
El 13 de abril de 1978 nació Pablo Javier y un mes después, el 14 de mayo 1978 se reunieron en Villa Martelli con los padres de Ricardo para festejar la independencia de Paraguay. Se despidieron para volver a Capital y nunca más se supo de ellos.
"El entregador fue un coronel retirado, primo del que lo crió y fue su padrino. La historia que le contaban era que lo habían traído de la provincia de Misiones. En 2001empezó a preguntarse por su identidad. En el 2008 le dijo a la mujer que lo crió sobre sus sospechas. Hace más de un mes se acercó a Abuelas", explicó Carlotto. "El deseo del encuentro sigue siendo tan urgente como el primer día", concluyó.
Más tarde, en diálogo con CN23, la titular de Abuelas confesó: "En un momento pensé que mi nieta quizás era Pablo. Esto me alienta, me da esperanza y nos alimenta el alma".
"Él vino sólo. Vienen todos los días jóvenes con dudas. Se presentan y nos comentan sus interrogantes. Cada uno tiene dudas por cuestiones diferentes. Hay que tener la paciencia del diálogo para que se sientan cómodos y cuentes sus historias", explicó, y contó que cuanto Pablo entró le dio un abrazo: "Entró y le di un abrazo fuerte. Le dije: 'Bienvenido'".
Nosotros también le decimos ¡¡¡BIENVENIDO PABLO JAVIER!!! Bienvenido a la vida y a la verdad. Y a Estela y a las Abuelas, les pedimos que aflojen con esto de recuperar nietos porque Jorge Lanada se va a seguir hartando si insisten con algo que pasó hace más de 30 años.
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