A Morales Solá le duele lo que él mismo denomina "desenfreno" argentino ante Estados Unidos. Recuerda con dolor aquel 2005 en Mar Del Plata y justifica las trabas comerciales del país del norte.
Morales Solá no es lo que se dice un patriota. Su columna de ayer está dedicada a defender los intereses de Estados Unidos por sobre los de nuestro país. Cuestiona "agravios" hacia los estadounidenses y asegura que Obama no espera nada de Cristina.
El columnista de La Nazión comienza su nota con un título que denota cómo enfocará la misma: "Obama ya no espera nada de Cristina". Allí el foco está puesto en las expectativas del Presidente de los Estados Unidos y no en los intereses de Argentina: es la visión desde el país del norte la que tiene Joaquín.
Así transcurre su nota, como si fuera un periodista de algún medio estadounidense e intentara justificar las medidas contra Argentina tomadas por la administración Obama.
Dice Joaquín: "Ya no espera nada de la presidenta argentina. En la anterior cumbre, en Trinidad y Tobago, Washington pidió especialmente a Cristina Kirchner que no hiciera mención a la cismática cumbre de Mar del Plata, en 2005. El entonces presidente norteamericano, Bush, se fue ofendido y maltratado. Washington nunca olvidó, ni aun con Obama, ese agravio a la institución presidencial norteamericana. Cristina Kirchner dedicó en Trinidad y Tobago la mayor parte de su discurso, al revés del pedido washingtoniano, a elogiar los desenfrenos de Mar del Plata. ¿Qué podría esperar ahora Obama de la líder argentina?"
Joaquín se puso molesto porque Cristina Kirchner no agacho la cabeza ante el Obama, algo que él parece hacer sin problemas desde su columna. Así La Nazión y Morales Solá justifican y entienden las medidas tomadas por el gobierno estadounidense.
Cada vez que hablamos de Morales Solá, este redactor recuerda una frase que solía usar su madre (la madre del redactor, no la de Morales Sola): "se muere tanta gente que hace falta..."
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