Ahora le tocó al príncipe Harry sufrir el repudio de boca de un grupo de manifestantes brasileños que se movilizaron para reclamar por la soberanía argentina en Malvinas.
En ningún sitio del mundo la corona británica puede escapar a su triste historia colonialista. De visita en Brasil para promocionar los Juegos Olímpicos Londres 2012, el tercero en la línea de sucesión a la corona británica fue abucheado anoche en el recital del músico Morrissey, quien también apoyó el reclamo argentino por la soberanía.
Un grupo de manifestantes brasileños protestó contra la visita del príncipe Henry a Río de Janeiro al solidarizarse con la Argentina por el reclamo de la soberanía de las Islas Malvinas, con pancartas que tenían la inscripción "The Malvinas are argentinians".
Los manifestantes irrumpieron en una carrera atlética que protagonizaba el hermano de William, que llegó al país sudamericano para promocionar los Juegos Olímpicos Londres 2012, de acuerdo a Prensa Latina.
El Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y la Lucha por la Paz (Cebrapaz) fue el que organizó la protesta, por medio de la cual denunció el colonialismo británico. Este grupo se concentró en el Aterro de Flamengo, uno de los lugares del trayecto de la carrera del príncipe Henry Charles Albert David para demostrarle su rechazo a la ocupación de las islas y su apoyo al gobierno argentino, que reclama un diálogo para negociar la soberanía.
Esta no fue el único disgusto que recibió Harry en el país del carnaval. Anoche, los asistentes al recital del músico inglés Morrissey abuchearon al integrante de la corona británica.
Eso le pasa por ir a Brasil. De haber venido a la Argentina hubiera recibido la calidez, el cariño y el afecto de Fernando Iglesias, Jorge Lanata, Pepe Eliaschev, Gustavo Noriega, Silvina Walger, Nelson Castro, Betriz Sarlo, Clarín, La Nazión y toda la runfla de cipayos que pululan por el país.
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