La Casa Rosada analiza intervenir la empresa del Grupo Cirigliano o, directamente, rescindir el contrato. Los cambios incluirían, en una segunda etapa, la creación de un Ministerio de Transporte. Las respuestas políticas a la tragedia.
El anuncio sobre el futuro de TBA en la explotación de los trenes metropolitanos se conocerá en pocos días. Según trascendió, la decisión se comunicaría el martes próximo. Todo indica que la empresa del Grupo Cirigliano dejará de operar el servicio de trenes en las ex líneas Sarmiento y Mitre.
La alternativa que más consenso reúne a estas horas es rescindir definitivamente la concesión, como se hiciera durante la gestión de Néstor Kirchner con el empresario Sergio Taselli, quien primero perdió la ex línea San Martín, tras un accidente con víctimas fatales en 2004, y tres años después se quedó sin la concesión del Roca y el Belgrano Sur.
La otra opción en estudio es designar un interventor del Estado en TBA. El gobierno está evaluando los pro y los contra de ambas propuestas. Por la dimensión de la tragedia, por las voces que se siguen sumando para exigir el final de la concesión a TBA, es probable que la decisión final sea rescindir el contrato.
El viernes a la noche, horas después de que el cuerpo de Lucas Menghini Rey apareciera sin vida entre los hierros retorcidos del tren 3772, en la Casa Rosada se vivía un clima de tensión, dolor y ansiedad generalizados. Entre los funcionarios circulaba una única certeza. Había que trabajar a contrarreloj para informarle a la sociedad una resolución contundente.
En ese contexto, entrada ya la noche, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, recibió al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, en su oficina de la planta baja de la Casa de Gobierno. Reunidos allí por largas horas, ambos analizaron las dos alternativas que se evalúan para dar, finalmente, una respuesta a la crisis ferroviaria que volvió a evidenciar el accidente de Once.
La rescisión definitiva del contrato de TBA, coincidieron ambos funcionarios, supondría reformular todo el modelo del transporte ferroviario en la región metropolitana. Sucede que la empresa del Grupo Cirigliano no sólo está a cargo de la explotación de las ex líneas Sarmiento y Mitre. También forma parte de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), la sociedad entre el Estado y el sector privado que opera la ex línea Roca. Esa sociedad además está integrada por Metrovías (del Grupo Roggio) y Ferrovías (del Grupo EMEPA). Si se quitara la concesión a TBA para todos sus emprendimientos ferroviarios, el Estado debería hacerse cargo de toda la complejidad de la cuestión operativa de un día para otro.
Otra posibilidad que se está evaluando en el gobierno es que primero se intervenga TBA, y después de un plazo razonable, en el que se haría un estudio profundo de todo el mapa ferroviario del área metropolitana de Buenos Aires, quitarle la concesión y pasar todo al Estado. Así se podría refundar la empresa Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado.
En el oficialismo ya se escuchan voces que advierten que la reestatización en bloque de los trenes urbanos no es una medida anacrónica o nostálgica de los gobiernos populares del siglo pasado. “Estados Unidos destina las inversiones ferroviarias a una compañía estatal, en Francia los ferrocarriles también son del Estado”, recordó el diputado Carlos Heller.
El viernes por la noche, mientras Zannini y Schiavi evaluaban las medidas que se podrían tomar con TBA, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se encontraba en Río Gallegos. Allí recibió al presidente paraguayo, Fernando Lugo, quien vino al país para entrevistarse con Cristina. Ayer, De Vido permaneció en Santa Cruz, donde se recordó a Kirchner al cumplirse un nuevo aniversario (el 25 de febrero) del que hubiera sido su cumpleaños número 62.
De Vido y Cristina repasaron los distintos argumentos para tomar una decisión sobre TBA. Tanto en la Secretaría Legal y Técnica como en el Ministerio de Justicia se estuvo trabajando sin pausa para redactar dos borradores legales con los fundamentos técnicos que justifiquen una rescisión o una intervención de la empresa de los hermanos Cirigliano. La jefa de Estado, por su parte, ya hizo saber que el martes por la mañana elegiría alguna de las alternativas.
En el gobierno tampoco descartan que, tal vez en un mediano plazo, haya cambios en el gabinete de ministros.
Esperamos que la situación se analice con la frialdad que requieren los hechos y que finalmente se tomen las medidas que resulten mejores para todos los argentinos.
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