Luego de hablar de la "esquizofrenia" de la presidenta de la Nación, Luis Majul vuelve a la carga con sus profecías catastrófica y nos advierte, en un alarde de perogrullismo, que si llueve es porque está nublado.
“La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner está empezando a asumir que la realidad es una sola”, arranca Luis Majul su columna de ayer en El Cronista. Obviamente no lo dice, pero lo sugiere claramente con esas palabras: el conductor de La Cornisa, siempre al borde del abismo, sostiene ahora que Cristina es esquizofrénica.
Ya en el colmo de la perogrullada, Majul nos advierte que “si durante los próximos años la inflación se dispara y el modelo se hace trizas, no hay duda de que los principales responsables serán la presidenta y su lugarteniente Guillermo Moreno”.
Dejando de lado el exabrupto referido a Moreno, señalar que si “el modelo se hace trizas” los “responsables” son quienes gobiernan, es igual a afirmar que si llueve la culpa la tienen las nubes.
Siempre, en la Argentina o en cualquier rincón del planeta, si un modelo -cualquiera- “se hace trizas” la responsabilidad primera es del gobierno que lo sostuvo, sea por error u omisión.
Sin embargo, no hay en Luis Majul un prejuicio bienintencionado al decir lo que dice: expresa lisa y llanamente un deseo. Hermanado en el furor profético con Elisa Carrió, también lo iguala a la (¿ex?) dirigente de la Coalición Cínica el haber fracasado una y otra vez con sus continuas profecías apocalípticas. Pero insiste: su anhelo es que todo se venga abajo para luego gritar a los cuatro vientos: “¿vieron? Yo se lo dije…” Pero, como de costumbre, las probabilidades y la realidad van en su contra.
Por ejemplo, luego de aventurar que “Cristina Fernández en una dirigente de derecha”, se refiere a las últimas medidas que ha tomado el gobierno nacional en diferentes áreas, como las quitas en los subsidios a determinados sectores de la economía, lo cual “significa -para el pelotudo de Majul- que la ‘fiesta’ organizada por el gobierno entre 2005 y 2011, sea pagada ahora mismo por la clase media y media baja. Es decir: los que reciben un salario de bolsillo de entre 2.500 y 10.000 pesos y que desde abril próximo deberán enfrentar los aumentos de los servicios, la obra social o la prepaga, la patente, las expensas, el transporte, el combustible, el colegio de sus hijos y el fuerte incremento del Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL), si es que viven en la ciudad de Buenos Aires”.
Putéelo usted amigo lector. Nosotros ya nos cansamos de putear a Majul.
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