El próximo domingo, el cantante Ricky Martin brindará un recital en Honduras, sin embargo algunos grupos quisieron cancelarlo. Y hasta incluso llegaron a pedir que prohiban la entrada a menores de 15 años.
La llegada de Martin a Tegucigalpa para un concierto a favor de una fundación de ayuda a la infancia desató una polémica en los últimos días, luego de que la Confraternidad Evangélica de Honduras expresase al ministro del Interior, Áfrico Madrid, su preocupación por "el mensaje y ejemplo" que pudiera transmitir el cantante.
En una carta a Madrid, los evangélicos indicaron que el recital se celebrará en un momento en que se requiere "levantar y cultivar los más altos valores cívicos y morales tendentes a consolidar y no debilitar la esencia de la nacionalidad hondureña: la familia".
Pese a que indicaron en que no se oponen a las preferencias sexuales del artista, por considerarlas parte de su vida privada, sí que insistieron en que Martin porta un mensaje que "no es ejemplo para la familia".
El coordinador de la Asociación para una Vida mejor de Personas infectadas por el VIH-Sida, José Zambrano, dijo hoy a los periodistas que está favor del concierto de Martin y que el Estado hondureño es homofóbico porque, en su opinión, no legisla para la diversidad sexual, sino que discrimina.
"En Honduras la transexualidad está catalogada como una enfermedad o trastorno, pero nosotros sabemos que la Organización Mundial de la Salud, desde 1990, excluyó la homosexualidad de la estadística de enfermedades y otros problemas de salud", añadió.
Zambrano indicó que la discriminación contra la comunidad lésbica, homosexual y transgénero en Honduras "es horrible" y que en el Gobierno que preside Porfirio Lobo se han registrado 53 crímenes contra miembros de esos colectivos.
El propio Lobo se ha sumado al debate al ordenar el pasado día 6 la celebración del espectáculo en un estadio de béisbol.
El argumento oficial fue que Martin puede actuar en Honduras porque es embajador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dijo la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Pineda.
Tras la decisión de Lobo, una comisión de censura autorizó finalmente el concierto, pero sin permitir la entrada a los menores de quince años, lo que de nuevo incomodó al presidente, quien ordenó levantar la restricción.
Ya lo dijo hace años el filósofo de Villa Fiorito, Diego Armando Maradona: "boludos y hormigas hay en todas partes".
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