Ahora resulta que, según jerarcas de la Iglesia, la Asignación Universal por Hijo es "un gravísimo problema" porque puede hacer "caer en el conformismo" y perder "la cultura del trabajo".
Aunque fue una de las primeras instituciones que reclamó planes sociales para los más pobres, la Iglesia dice ahora que la Asignación Universal por Hijo puede causar "conformismo" y provocar "pérdida de entusiasmo por buscar un trabajo digno".
Así lo indicó el presidente de la comisión de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas del Episcopado y obispo de Añatuya, Adolfo Uriona, quien advirtió que esta ayuda que otorga el Estado y que se trata de un derecho, puede convertirse en “un arma de doble filo, ya que puede llevar a que se caiga en el conformismo o la pérdida de entusiasmo por buscar un trabajo digno".
Sorprendentemente, Uriona, quien también calificó como "buena noticia" el aumento en la AUH, hizo la advertencia al presentar en rueda de prensa la colecta anual "Más por Menos", que la Iglesia realizará este fin de semana en todo el país. Y se sumó a otras en la misma línea que hicieron en las últimas semanas numerosos obispos en sus diócesis con ocasión de la festividad de San Cayetano.
Otro miembro de la comisión que organiza la colecta, que también participó del encuentro con los periodistas, el obispo de Goya, Ricardo Faifer, fue aún más crudo al decir que “muchos consideran que el acostumbramiento a los planes se está volviendo un gravísimo problema” y sugirió “buscar caminos para que no se pierda la cultura del trabajo y se genere empleo genuino”.
"¿Qué necesidad hay que el gobierno se ocupe de los chicos pobres? Si para eso estamos nosotros, con gente como el padre Grassi y tantos otros curas pedófilos", señaló Faifer.
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