En mayo contrató la firma del estadounidense David Axelrod, ni más ni menos que el asesor de Barak Obama, el presidente de los Estados Unidos. En una reunión hace 10 días le dió consejos para ajustar su discurso. Cuál es la debilidad que encontró de la UCR.
El hijo bobo de Raúl Alfonsín quiere continuar el camino que allanó su padre y para eso sabe que con su apellido no alcanza. Por eso, a mediados de mayo contrató a la firma del estadounidense David Axelrod, el asesor que catapultó a Barak Obama a la presidencia del país más poderoso del mundo.
Un poco más modesto que el primer mandatario de Estados Unidos, de Alfonsinito se están ocupando su hijo, Michael Axelrod y Mike Kullisheck, el encuestador a cargo de las empresas AKPD Message and Media y Harstad Strategic Research, que se especializan en análisis de opinión.
Hace 10 días fue la primera reunión con los especialistas yanquis. La devolución que obtuvo Ricardito fue una comparación con Obama (aunque cueste creerlo). Los asesores le recordaron que en campaña, los estadounidenses lo percibían como una persona honesta, pero que carecía de experiencia ejecutiva.
Entonces el primer concejo fue mostrar más firmeza e impacto en el discurso y concentrarlo para ganar claridad, explicó un hombre del riñón alfonsinista al Cronista Comercial. Le pusieron un ejemplo: cuando Obama era candidato fue a Detroit y exigió a las automotrices que acepten subsidios para hacer automóviles más amistosos con el medio ambiente. Con eso logró la empatía de la gente.
Los especialistas destacaron como positivas dos situaciones. Una fue la rápida selección del candidato a vice presidente, Javier González Fraga, porque ocurrió en medio de la crisis con el Socialismo. Y por el otro lado le dijeron que es una ventaja su apellido porque remite a ética y transparencia.
Sin embargo le aseguraron que la UCR no está bien vista en la sociedad. Los expertos en comunicación política le recordaron que el radicalismo está asociado en el imaginario colectivo con "una falta de gobernabilidad" y este tema es una gran debilidad que pesa en el hijo del ex presidente.
Un poco más modesto que el primer mandatario de Estados Unidos, de Alfonsinito se están ocupando su hijo, Michael Axelrod y Mike Kullisheck, el encuestador a cargo de las empresas AKPD Message and Media y Harstad Strategic Research, que se especializan en análisis de opinión.
Hace 10 días fue la primera reunión con los especialistas yanquis. La devolución que obtuvo Ricardito fue una comparación con Obama (aunque cueste creerlo). Los asesores le recordaron que en campaña, los estadounidenses lo percibían como una persona honesta, pero que carecía de experiencia ejecutiva.
Entonces el primer concejo fue mostrar más firmeza e impacto en el discurso y concentrarlo para ganar claridad, explicó un hombre del riñón alfonsinista al Cronista Comercial. Le pusieron un ejemplo: cuando Obama era candidato fue a Detroit y exigió a las automotrices que acepten subsidios para hacer automóviles más amistosos con el medio ambiente. Con eso logró la empatía de la gente.
Los especialistas destacaron como positivas dos situaciones. Una fue la rápida selección del candidato a vice presidente, Javier González Fraga, porque ocurrió en medio de la crisis con el Socialismo. Y por el otro lado le dijeron que es una ventaja su apellido porque remite a ética y transparencia.
Sin embargo le aseguraron que la UCR no está bien vista en la sociedad. Los expertos en comunicación política le recordaron que el radicalismo está asociado en el imaginario colectivo con "una falta de gobernabilidad" y este tema es una gran debilidad que pesa en el hijo del ex presidente.
Luego de la reunión con los asesores yanquis, los radicales pusieron manos a la obra de inmediato y ya están gestionando una visita del candidato a Detroit, en la cual Alfonsinito exigirá a a las automotrices que acepten subsidios para hacer automóviles más amistosos con el medio ambiente; a fin de lograr con eso la empatía de la gente.
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