"Fino" manejaba datos patrimoniales y financieros de opositores

El ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, en declaraciones a la Justicia admitió que espió a opositores políticos y gremiales al gobierno de Mauricio Macri durante el 2009 cuando aún era funcionario porteño.

En declaraciones al juez Oyarbide, ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, dijo que él mismo se había ocupado de pedir a través del sistema Nosis los datos patrimoniales y financieros de legisladores y dirigentes. Según su justificación lo hizo porque los pensaba demandar porque lo habían cuestionado por su papel en las irregularidades de la investigación del atentado a la AMIA, informó Página/12.

También se confirmó que Ciro James, el espía procesado por haber llevado a cabo las escuchas telefónicas ilegales, además de ser empleado fantasma del Ministerio de Educación porteño mientras se hacían las escuchas, llegó a ser inscripto por el Ministerio de Justicia en la AFIP como integrante de la Metropolitana en septiembre de 2009.

Las listas de los funcionarios y gremialistas espiados por el "Fino" Palacios a través de las listas Nosis, se descubrieron en un allanamiento hace más de un año en las oficinas de su consultora privada, Strategic Security Consultancy, en Maipú al 200. A pesar de estar en contra de la ley, Palacios la matuvo funcionando cuando se hizo cargo de la policía porteña.

Se recogieron datos de los legisladores Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro), Diana Maffía (Coalición Cínica) y Silvia La Ruffa (kirchnerista, con mandato cumplido), así como del dirigente de los municipales Patricio Datarmini y hasta del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Con estas declaraciones, el juez Oyarbide, continuó con el criterio introducido la Sala I de la Cámara Federal, por cual se interpretó que el rastreo de datos por medio del sistema Nosis era una de las facetas de la trama de espionaje y que se suman a las escuchas telefónicas por la cual está procesado Macri, Palacios y el espía Ciro James.

Palacios intentó demostrar que toda la pesquisa fue un asunto suyo, ajeno a su función al frente de la policía porteña y, por tanto, ajena también al jefe de Gobierno, publicó Página/12.

Lo mandaron a espíar y tocó el timbre. Pero el hijo bobo de Franco Macri sigue diciendo que lo nombró al frente de la Metrpolitana, porque era "el mejor polícia, el más condecorado de los últimos 20 años". Si éste era el mejor, ¿Qué quedará para el vigilante de la esquina?