El columnista de La Nazión observa con tristeza que Argentina es "antiyanqui" desde fines del siglo XIX. Pero resata la época de las "relaciones carnales".
Como no podía ser de otra manera, Mariano Grondona lamenta que entre los argentinos reine un espíritu “antinorteamericano”. En su cruzada “yanqui” le pegó a conservadores, radicales y peronistas, por su postura frente al país del norte.
Dice Grondona: “Los Kirchner llegaron al poder en contradicción con Méndez (deformación del apellido del ex presidente de origen riojano. Recordamos que este diario no nombra al ex presidente en cuestión, por temor a sufrir una desgracia). Obama llegó al poder en continuidad con Bush. Los Kirchner no advirtieron esta crucial diferencia. A este error geopolítico lo acompañaron, sin embargo, con una continuidad histórica que viene de lejos: la animosidad secular entre los argentinos y los norteamericanos. Esta animosidad, que nació con los conservadores a fines del siglo XIX, ha continuado hasta nuestros días si se toma en cuenta que, aún hoy, las encuestas nos informan que el país latinoamericano menos inclinado por los Estados Unidos es, precisamente, la Argentina”.
Lo que parece un simple párrafo descriptivo luego se convierte en un lamento menemista: “¿Qué queda entonces para la formación de una verdadera política exterior destinada a ubicar a nuestro país en el ancho mundo, ante la cual nuestros sucesivos gobiernos, y más aún el de los Kirchner, han sido tantas veces ajenos, con la efímera excepción de las relaciones carnales que proclamó el dúo Méndez-Di Tella?”
En ese párrafo, Grondona destaca las conocidas “relaciones carnales” como el único momento “efímero” en el que Argentina estuvo ubicada en el “ancho mundo”.
En medio de su lamento, Grondona apunta sus fusiles contra el Gobierno Nacional por intentar capitalizar el “espíritu antiyanqui" de los argentinos a través del conflicto del avión militar que intentó ingresar armas y demás objetos sin declararlos ante el Estado argentino.
Grondona muestra su lado más sincero y lamenta que los argentinos no deseen convertirse en una estrella más de la bandera estadounidense; al mismo tiempo, apunta contra el Gobierno Nacional por intentar capitalizar ese “espíritu antiyanqui” con un supuesto montaje escénico de conflicto con el país del norte.
Dice Grondona: “Los Kirchner llegaron al poder en contradicción con Méndez (deformación del apellido del ex presidente de origen riojano. Recordamos que este diario no nombra al ex presidente en cuestión, por temor a sufrir una desgracia). Obama llegó al poder en continuidad con Bush. Los Kirchner no advirtieron esta crucial diferencia. A este error geopolítico lo acompañaron, sin embargo, con una continuidad histórica que viene de lejos: la animosidad secular entre los argentinos y los norteamericanos. Esta animosidad, que nació con los conservadores a fines del siglo XIX, ha continuado hasta nuestros días si se toma en cuenta que, aún hoy, las encuestas nos informan que el país latinoamericano menos inclinado por los Estados Unidos es, precisamente, la Argentina”.
Lo que parece un simple párrafo descriptivo luego se convierte en un lamento menemista: “¿Qué queda entonces para la formación de una verdadera política exterior destinada a ubicar a nuestro país en el ancho mundo, ante la cual nuestros sucesivos gobiernos, y más aún el de los Kirchner, han sido tantas veces ajenos, con la efímera excepción de las relaciones carnales que proclamó el dúo Méndez-Di Tella?”
En ese párrafo, Grondona destaca las conocidas “relaciones carnales” como el único momento “efímero” en el que Argentina estuvo ubicada en el “ancho mundo”.
En medio de su lamento, Grondona apunta sus fusiles contra el Gobierno Nacional por intentar capitalizar el “espíritu antiyanqui" de los argentinos a través del conflicto del avión militar que intentó ingresar armas y demás objetos sin declararlos ante el Estado argentino.
Grondona muestra su lado más sincero y lamenta que los argentinos no deseen convertirse en una estrella más de la bandera estadounidense; al mismo tiempo, apunta contra el Gobierno Nacional por intentar capitalizar ese “espíritu antiyanqui” con un supuesto montaje escénico de conflicto con el país del norte.
Aníbal Fernández, fue breve pero categórico al opinar sobre la columna de Grondona en La Nazión: "Gronodona, si te duele te la sacamos", dijo el jefe de gabinete, y agregó: "Lo llamativo es que a esta altura del partido, depués de más de 7 años de un proyecto nacional y popular, Grondona no tenga la suficiente dilatación anal como para ya no le duela".
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