EN UNA GRAVE INFRACCIÓN A LA LEY DE ÉTICA PÚBLICA, LA OFICINA ANTICORRUPCIÓN CONTRATÓ LOS SERVICIOS DE PRENSA DE UNA EMPRESA VINCULADA A UN EX FUNCIONARIO MACRISTA.
Laura Alonso, la infornicable militante ultramacrifascista a cargo de la Oficina Anticorrupción (OA), contrató para las tareas de prensa a una consultora.
Si bien lo habitual es que los funcionarios públicos trabajen con voceros y equipos de comunicación, lo grave es que se trata de una empresa vinculada con el PRO y que se dedica a hacer lobby para empresas privadas, en clara contradicción con la función del organismo contratante.
Si bien lo habitual es que los funcionarios públicos trabajen con voceros y equipos de comunicación, lo grave es que se trata de una empresa vinculada con el PRO y que se dedica a hacer lobby para empresas privadas, en clara contradicción con la función del organismo contratante.
Consuasor se fundó en 2005 y fue contratada por la OA a comienzos de 2017. Entre los servicios que promociona figuran la estrategia comunicacional y el análisis de “riesgo político-regulatorio”. También ofrecen “un enfoque profesional, original y ético del lobbying en tanto gestión de los intereses” de los clientes “ante los gobiernos”.
Lo más grave es que el artículo 13 de la ley de Ética Pública determina que “es incompatible con el ejercicio de la función pública dirigir, administrar, representar, patrocinar, asesorar, o, de cualquier otra forma, prestar servicios a quien gestione o tenga una concesión o sea proveedor del Estado”.
Respecto al vínculo de la consultora con el partido que fundó Mugrizio Macri Blanco Villegas, Página/12 revela que uno de los fundadores de la consultora fue Juan Gentile, quien falleció el 25 de septiembre pasado.
"Juano", como se lo conocía, fue jefe de prensa del bloque PRO en el Congreso en el período 2008-2012, también estuvo a cargo de la prensa del partido entre 2012 y 2015, además fue subsecretario de Comunicación Pública desde el inicio del régimen macrifascista.
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