Preocupados por el resultado de la sesión, en el régimen mantuvieron a Macri Blanco Villegas al margen de la negociación

EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO NO PARTICIPÓ DEL ACUERDO CON LOS GOBERNADORES, QUE QUEDÓ A CARGO DE FRIGERIO, PEÑA, MONZÓ Y CARRIÓ.

Macri reunido con los principales directivos de la empresa Lafarge Holcim

El régimen fascista decidió dejar a Mugrizio Macri Blanco Villegas al margen de la negociación con los gobernadores y legisladores por la reforma previsional, preocupado por el resultado de la votación.

Si bien desde temprano en la Rosada aseguraban que tenían los números para reunir el quórum y darle sanción definitiva al proyecto, prefirieron preservar la figura del pelotudo hijo de puta y dejarlo afuera del tema que copó la agenda de las principales autoridades del "mejor equipo de los últimos 50 años". 

El objetivo fue despegar al idiota confeso de la foto con los gobernadores ante la posibilidad de que la sesión se cayera como el jueves de la semana pasada.

Según explicaron en la Rosada, el viernes, un día después del intento frustrado de la alianza de derecha Cambiemos de votar la reforma en Diputados, se decidió que la estrategia quedaría en manos de Marcos Peña Braun Menéndez, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó.

De este modo, Macri Blanco Villegas no recibió a los gobernadores durante el fin de semana ni ayer. Los mandatarios provinciales visitaron a Peña Braun Menéndez, Frigerio y Monzó en el Congreso, en una reunión a la que se sumó Carrió, quien asistió a último momento, como si fuera una ministra.

Allí, los gobernadores ratificaron su apoyo a la reforma previsional, lo que motivó el inicio de la sesión, en la que el oficialismo está haciendo lo imposible para votar el proyecto pese a la resistencia de la oposición, que intentó suspender la sesión por los serios incidentes que se registraron fuera del Congreso.

El hijo bobo de Franco Macri siguió con su agenda presidencial sin participar del tema del día. Por la mañana encabezó una reunión de coordinación de Gobierno en la Rosada y por la tarde recibió en su despacho a los principales directivos de la empresa Lafarge Holcim, líder mundial en suministro de materiales de construcción, quienes le anunciaron la ampliación de la planta cementera de Córdoba, a través de una inversión de 120 millones de dólares.