PARA EL HERMANO DE SANTIAGO MALDONADO, HAY SIGNOS CLAROS QUE INDICAN QUE EL CUERPO NO PUDO ESTAR EN EL RÍO 78 DÍAS, COMO POR EJEMPLO QUE LOS DEDOS CONSERVAN LAS HUELLAS DACTILARES Y LAS ROPAS ESTABAN PRÁCTICAMENTE ÍNTEGRAS.
“Hipotéticamente murió ahogado, pero, ¿cómo?, ¿Estaba pescando?”, dice Sergio Maldonado.
“¿Por qué cae ahí? ¿Murió en ese lugar o en otro lado? ¿Dónde estuvo el cuerpo? Es claro que los 78 días no estuvo en ese lugar. Si hipotéticamente estuvo en ese lugar, ¿qué hicieron en todos los rastrillajes?, ¿Por qué no lo vimos nosotros que pasamos por allí? El lugar se veía de todos lados. Cuando desapareció había 30 centímetros de agua en ese lugar y cuando lo encontramos el cuerpo estaba enganchado de una ramita de un centímetro de espesor”. Así, confesando que viven un “duelo infinito y están estancados” a la espera de los resultados finales de la autopsia, y con su compañera Andrea Antico al lado, habló el mayor de los Maldonado en una entrevista publicada por el diario español El País. Por otra parte, en su página oficial expusieron las conclusiones del peritaje a los teléfonos de Santiago, que revelaron arte y solidaridad.
“Nos mantenemos ajenos a cualquier intervención pública donde se avance sobre detalles de la causa que, como sabemos, está en una etapa clave de investigación. Aún no están los informes de la autopsia y no se ha podido establecer el tiempo y causa de la muerte de Santiago. Pedimos prudencia y muchos, casi todos, lo han entendido y respetan.Aún así, siguen apareciendo notas en algunos medios de comunicación con detalles y resultados que no surgen de las constancias de la causa y que no conocen nuestros peritos de parte.Creemos, una vez más, que es necesario permitir trabajar sin interferencias al juez y la difusión de estas noticias no colabora a esa búsqueda de conocer la Verdad y obtener Justicia, que es lo único que perseguimos en esta causa”, expresaron.
Como adelantó Sergio en su carta leída en Plaza de Mayo, sobre los avances de la causa no se pronunciarán. “Solo nos vamos a permitir una excepción que esperamos comprendan. La semana pasada hubo novedades más trascendentes en cuanto a lo que también nos ocupa: que miles de personas bien intencionadas, que nos acompañan en marchas, actividades o sencillamente con su silencio y respeto, sepan quién era Santiago. De la pericia a sus teléfonos, tarjetas de memorias y la cámara fotográfica que le regaló Estelita (como tenía agendada a su mamá), pudimos admirar la belleza de sus trabajos y el respeto a cada persona que tatuó: cientos de fotografías solo de la parte del cuerpo tatuada”, indicaron en un nuevo comunicado subido a su página web www.santiagomaldonado.com.ar
“Vimos filmaciones de asambleas populares en Chile, donde Santiago registra los debates sobre reclamos de tierras de campesinos y trabajadores; músicos cantando y tocando en las calles; paso a paso sus murales; sus canciones y letras. Santiago era un defensor de los derechos humanos, una persona profunda y comprometida. Le debemos esta lucha, no bajar los brazos, reclamando Verdad y Justicia”, describieron sobre lo que arrojó el teléfono del joven que desapareció el 1º de agosto durante la represión de Gendarmería a la comunidad mapuche de Cushamen, y cuyo cuerpo sin vida apareció el 17 de octubre.
En el diálogo que tuvo con El País, según Sergio, hay signos claros que indican que el cuerpo no pudo estar en el río 78 días: los dedos de su hermano conservan las huellas dactilares, y las ropas estaban prácticamente íntegras. Y sobre todo insiste en que no es creíble que nadie lo viera en esos 78 días con rastrillajes de hasta 400 personas. “El cuerpo se puso”, aseguró.
A su vez, frente a las múltiples mentiras y maniobras de encubrimiento, Sergio dice que “si tenemos que elegir entre los mapuches, que desde un principio nos dicen una versión que siguen sosteniendo, y Gendarmería que nos dice que no estuvo ahí y en realidad sí llegaron al río, no es muy difícil de pensar en quién uno va a confiar”.
Sergio recordó que "hubo 360 denuncias que decían que lo habían visto por todas partes. En Chile, en San Luis, Córdoba, Entre Ríos. No apartan a la Gendarmería y la que investiga es la Policía Federal, que está dentro de la misma órbita. Está todo mal”.
Fuente: nota de Adriana Meyer para Página/12
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