EL HIJO BOBO DEL EX PRESIDENTE RAÚL ALFONSÍN FUSTIGÓ UN PROYECTO "QUE VA EN CONTRA DEL IDEARIO RADICAL" Y CRITICÓ CON DUREZA LA ADHESIÓN IRRESTRICTA DE LA CONDUCCIÓN PARTIDARIA AL RÉGIMEN MACRIFASCISTA. PIDIÓ CAMBIOS EN EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA, DENTRO DE LAS PROPUESTAS ANTERIORES A 2015 Y DE LAS QUE AHORA “NO SE HABLA MÁS”.
Ricardito Alfonsín manifestó ayer su desacuerdo con el proyecto de reforma laboral que impulsa el régimen macrifascista y consideró que “a priori” el radicalismo no debería acompañar una medida que a su juicio “representa un retroceso de cien años”. Aunque remarcó que “dije a priori, porque las cosas están tan patas arriba en el partido que no se sabe qué puede pasar”.
El dirigente radical planteó “cuestiones ideológicas” para mostrar sus diferencias con el proyecto. “Algunos piensan que esto crea empleo, yo creo que no, que en todo caso habrá empleo de peor calidad, con los trabajadores pagando los costos. Después viene una crisis y la receta es la misma, que los trabajadores sacrifiquen derechos”, agregó.
En declaraciones a FM La Patriada, el diputado nacional desligó a su partido de un proyecto del que la UCR “no es coautora” y que “va en contra del ideario radical en las relaciones de trabajo”. El mancillador de apellido retomó las palabras de Jorge Sappia, experto en derecho laboral que fue secretario de Trabajo y hoy preside la Convención Nacional de la UCR, el órgano legislativo que es la máxima autoridad partidaria: “es un retroceso enorme en algunos artículos, lo ha dicho y se lo planteó al Gobierno”. Recordó que Sappia dio sus explicaciones ante el ministro Jorge Triaca, en una reunión a la que también estaba convocado el titular del Comité Nacional de la UCR, José Corral, quien no concurrió “aunque su ausencia no se notó mucho porque está ausente desde 2015”.
El hijo bobo del ex presidente Raúl Alfonsín fue crítico de la gestión del dirigente santafecino al frente del centenario partido. “Se representa a sí mismo”, aseguró en relación al documento titulado “Los radicales somos Cambiemos” que hizo público Corral. “Actúa junto a otros como si fueran dueños del partido. Nunca ví al radicalismo con un presidente tan divorciado del ideario y de los afiliados radicales”, dijo Alfonsinito y añadió que "gracias a Dios" su mandato culmina el mes próximo.
Ricardito aprovechó para criticar al régimen macrifascista a partir del posible apoyo radical a la reforma en el Congreso. No le sorprendería dado que “hemos acompañado cada cosa que parecía imposible acompañar respecto a lo que decíamos hasta hace dos años”, sostuvo, en alusión al blanqueo de capitales.
Con todo, reivindicó que se negocie. “Está muy bien que se dialoguen las cuestiones complejas”, señaló y apuntó que desde que asumió Mugrizio Macri Blanco Villegas, él pide un consejo económico que siente en la misma mesa “al capital, el trabajo y la política" a fin de tener “instrumentos” que permitan “resolver los problemas del presente y definir políticas de estado para el mediano y largo plazo”.
En el caso de la CGT estimó que “sería poco inteligente” y “suicida” que los dirigentes de la central obrera no negocien. “En los '90 consensuaron mal y no defendieron a los trabajdores”, afirmó, para puntualizar que “la mejor manera de defender los intereses laborales es no depender de un partido, sino de los trabajadores”.
En otro orden, opinó sobre las detenciones de Amado Boudou y Julio De Vido y consideró que “nadie que esté sometido a juicio quiere estar preso mientras espera sentencia”; para lo cual sugirió como solución que “cambiemos la ley si no nos gusta”. Al mismo tiempo recordó que “un porcentaje muy elevado” de presos está en esas condiciones “y no se habla, quizás porque son pobres”.
A su juicio, una de las claves pasa por el Consejo de la Magistratura, dado que “el problema no son los jueces sino las instituciones si queremos que la Justicia sea independiente". Recordó cuando en 2006 se modificó la composición del Consejo y “el Poder Ejecutivo consiguió mayor gravitación”, algo que la UCR criticó desde entonces pero reconoció que desde que el radicalismo es parte del régimen algo cambió: “hasta 2015 criticábamos eso, ahora no se habla más”.
Finalmente y de cara a un posible pedido de desafuero de Cristina Fernández de Kirchner, estimó que “lo tendrá que resolver el Senado” y que si alguien afirma que el juez Claudio Bonadío tiene en mente esa medida antes de hacerse pública “lo debe explicar, porque es muy grave y amerita un juicio político”, si bien volvió a cargar contra el Consejo, al afirmar que “si no se cambia vamos a seguir viendo estas cosas”.
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