LA REFERENTE DE LA COMUNIDAD PILLÁN MAHUIZA, DE CHUBUT, VIAJÓ A BUENOS AIRES EN BUSCA DE "UNA ESTRATEGIA DE PROTECCIÓN", DESPUÉS DE RECIBIR SUCESIVAS AMENAZAS Y DE SUFRIR EL RECHAZO AL PEDIDO DE HÁBEAS CORPUS PRESENTADO EN EL JUZGADO DE ESQUEL. “HAY UN SECTOR CON PODER POLÍTICO, CON ARMAS Y CON MUCHA IMPUNIDAD, AMENAZANDO NUESTRAS VIDAS”, DIJO MILLÁN.
Moira Millan, dirigente mapuche de la comunidad Pillán Mahuiza de Chubut, explicó que viajó a Buenos Aires y se reunió con los organismos de Derechos Humanos para buscar “una estrategia de protección” para ella y toda la comunidad, después de las sucesivas amenazas de las fuerzas de seguridad y el rechazo al pedido de hábeas corpus preventivo presentado en el juzgado de Esquel.
Millan comentó que sería una ironía pedir que el Estado los defienda “porque es el que los persigue y los mata” y que por eso prefiere interpelar a toda la sociedad. “Vengo acá para que me cuiden todos ustedes y la única manera de hacerlo es denunciando lo que está pasando”, dijo en declaraciones radiales.
La referente mapuche resaltó que su viaje a Buenos Aires se inscribe en un contexto de “creciente tensión” entre el régimen macrifascista y los pueblos originarios, signado por la desaparición de Santiago Maldonado. “Hay un sector con poder político, con armas, con mucha impunidad, amenazando nuestras vidas y conviviendo en el mismo territorio en el que estamos”, resaltó.
“No tenemos posibilidad de tener una Corte Constitucional confiable, a la que podamos acudir en busca de ayuda. Por eso, acudimos a pueblo, porque nos parece que organizados y en unidad puede dar mayor resguardo y soluciones al problema que el Estado”, puntualizó.
Ayer por la mañana, Millán brindó una conferencia de prensa desde la Liga por los Derechos del Hombre para denunciar el “hostigamiento” que sufre la comunidad mapuche. Por la tarde dio una charla abierta en un local de la CTA. “Son tiempos en que nos tenemos que unir para reinsertar derechos que están siendo negados y redoblar la apuesta: no solamente exigir a este gobierno que detenga la represión de nuestro territorio, sino que también se comprometa a garantizar y crear nuevas herramientas legales para nuestra protección”, manifestó.
Millán comenzó a recibir amenazas después de realizar una toma pacífica del juzgado federal de Esquel por los allanamientos en la comunidad Vuelta del Río, ordenados por Guido Otranto, el entonces juez de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado. El 21 de septiembre, cuando el fiscal Carlos Díaz Mayer acudió para hacer un peritaje en el lugar, la comunidad decidió que no pasaría con su custodio armado, y la referente mapuche se encargó de palpar a los policías para verificar que no portaran armas.
Después, se replicaron las amenazas. "Un hombre me empezó a llamar, me decía a vos te gusta manosearme, vas a ver lo que te vamos a hacer y usaba todo el tiempo la palabra 'zorra' y 'puta', relató Millán en otra entrevista radial. También contó que en la puerta de su casa apareció una zorra muerta y toda golpeada, en un claro mensaje mafioso. "Las fuerzas del Estado actúan como mano de obra privada de los latifundistas”, alertó Millán y lamentó que antes luchaban "para demandar derechos” y hoy “luchan por seguir con vida”.
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