SE TRATA DE JOANNA PICETTI, UBICADA EN OCTAVO LUGAR EN LA LISTA DE DIPUTADOS NACIONALES Y CON GRAVES DENUNCIAS EN SU CONTRA.
Las horas de Joanna Picetti como candidata porteña están contadas. Enterado del caso, un Mugrizio Macri furioso como pocas veces, exigió que la corrieran de la boleta de diputados y son pocos los que apuestan a la supervivencia de la ignota funcionaria, que por ahora se niega a renunciar a pesar de la presión de sus compañeros de lista.
En el peor de los casos, como no hay manera de hacerla renunciar si no quiere, en el PRO comentan misteriosos que de ninguna manera asumirá su banca. Aunque voces más sensatas del macrifascismo advierten que "bajarla una vez que esté convalidada por los votos, va a ser incluso más difícil".
Picetti trabaja en AySA y figura octava en la boleta de diputados. Proviene del sector de Rogelio Frigerio y está implicada en una complicadísima causa judicial por cuestiones familiares. Son tan graves las acusaciones que motivaron una denuncia de su ex marido.
Temerosos de que los problemas de Picetti embarren la campaña del oficialismo, en la Casa Rosada por pedido de Carrió le solicitaron a la candidata que diera un paso al costado pero la funcionaria se negó y subió la apuesta. "Qué me lo pidan mis compañeros", respondió.
Y lo hicieron. Salvo la propia "Lilita", toda la lista de diputados se juntó la semana pasada para reclamarle que abandonara la lista. Sin embargo Picetti apagó su teléfono celular y partió rumbo a Ezeiza, donde volvió a activarlo. La escurridiza postulante aseguró que debía partir porque tenía un viaje programado a Évian-les-Bains.
Fue la insólita respuesta de Picetti a un importante ministro de la Casa Rosada, que no podía creer que la funcionaria rechazaba una orden política directa. "¿Cómo que tenes un viaje programado? Vos no te podes ir de viaje, tenes que renunciar", fue el inútil pedido del ministro.
Ajena a la tormenta política que se formaba en el horizonte, Picetti posteó en la fashion red social Instagran, fotos en el bucólico paisaje francés, en las que alardeaba de su participación en una supuesta reunión de un G20 para jóvenes. "Feliz de haber sido nominada y seleccionada para ser parte de esta Cumbre. ¡Participan personas de diferentes países que integran el G20, discutiremos y trabajaremos en equipo para proponer soluciones a los problemas más grandes que enfrenta la humanidad! ¡Juntos!", escribió. Parece ser que la ciudad de Buenos Aires ya le quedaba chica.
"Quiere ser diputada por la fuerza", señalaron desde la alianza de derecha Cambiemos. Allí temen que el delicado problema familiar derive en un problema político importante y arruine la histórica elección que comandó la desquiciada Elisa Carrió y llevó al oficialismo a quedarse con uno de cada dos votos en la Capital Federal.
La funcionaria se desempeñó en el sector privado hasta su ingreso en AySA, la compañía nacional de aguas que tiene una fuerte presencia en el conurbano y el interior del país. Sin ningún antecedente político, Picetti aterrizó en el octavo lugar de la lista de diputados nacionales por expreso pedido de la Casa Rosada. Claro, nadie imaginaba que Carrió iba a superar la barrera del 50 por ciento y Picetti quedaría en zona de entrar a la Cámara de Diputados.
La proyección de los más de 50 puntos obtenidos en las PASO le garantizan un escaño a Facundo Suárez Lastra y dejan a la funcionaria de AySA en una posición expectante para conseguir una banca en Diputados.
"Es inexplicable cómo llegó ahí. Es una desconocida para todos", dijo un dirigente macrifascista que realizó una comparación maliciosa después de ver en acción en la campaña a la controvertida candidata. "Parece Karina Jelinek", comentó el dirigente del PRO sorprendido por la falta de conexión de la candidata con su entorno.
La torpeza demostrada en las actividades de campaña llevaron a la cúpula porteña a pedirle que dejara de subir fotos a sus redes sociales, una orden que fue cumplida a medias.
Sin dudas habían sido fuertes los apoyos que cosechó Picetti camino a la lista: el mismísimo Horacio Rodríguez Larrata pidió por la renovación de Alicia Besada, pero su deseo fue rechazado. "Queremos caras nuevas", fue la razón. Su caída en desgracia provocó que le quitaran el chofer que tenía asignado para participar de las actividades y también a su Community Manager.
Algunos de los candidatos tuvieron que someterse a exámenes de ADN, por eso fue enorme la sorpresa cuando se enteraron que una candidata con las escandalosas denuncias judiciales que tiene Picetti había pasado el filtro y se quedaba con un lugar expectante en la boleta de Vamos Juntos.
Jorge Enríquez es quien figura en el noveno lugar de la boleta, pero la reemplazante de Picetti si finalemente acepta renunciar sería Patricia Noemí Holzman, la siguiente mujer en la lista.
Si bien una vez que el escándalo creció -internamente- trascendió que la primera en pedir su renuncia fue Carrió, en el entorno de la diputada aseguraron que no tuvieron "nada que ver". Pero es clara la incomodidad de la loca de mierda con Picetti, tanto que ni siquiera la saludó durante su presentación (ver video).
En la Coalición Cínica evitaron hacer declaraciones y se manifestaron "superados por el tema", al que consideraron "una cuestión desagradable". Además pidieron prudencia ya que existe una acción judicial en curso presentada por Picetti.
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