EL JUICIO ORAL POR LAS PRESUNTAS IRREGULARIDADES EN LA VENTA DE LA IMPRENTA CICCONE CALCOGRÁFICA CONTINUÓ AYER CON UN CRUCE ENTRE EL EX DUEÑO DE ESA EMPRESA Y EL EX VICEPRESIDENTE AMADO BOUDOU EN RELACIÓN A UNA SUPUESTA REUNIÓN ENTRE AMBOS.
Nicolás Ciccone, fue el primer imputado en aceptar declarar en el juicio y tras una larga reseña de su vida contó que participó de dos encuentros con el entonces ministro de Economía, Boudou, aunque aclaró que no llegó a hablar con él.
Antes de que Ciccone iniciara su exposición, el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 le había dado la oportunidad a Boudou, quien aclaró que pensaba hablar más adelante, si consideraba que era necesario hacer uso de la palabra para defenderse.
"Para mi es indispensable empezar a ejercer el derecho a la defensa en este momento", sostuvo el ex vicepresidente tras escuchar las palabras de Ciccone en la sala AMIA del edificio de los tribunales de Comodoro Py.
"No hubo reuniones, no hubo audiencias. Un vez hubo un saludo a la salida de un canal, ante 40 personas, y la otra supuesta reunión no existió", enfatizó Boudou en los cinco minutos que le pidió al Tribunal para hacer su descargo.
En el juicio se analiza si Boudou usó su cargo público para lograr que la ex Ciccone, única empresa con capacidad para imprimir billetes, pasara a manos de su amigo Núñez Carmona a través del supuesto testaferro Alejandro Vandenbroele. La audiencia duró más de cuatro horas y tras la declaración de Boudou pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo 31 de octubre.
Más temprano, el Tribunal Oral que juzga al ex vicepresidente rechazó tratar la nulidad pedida por su defensa y también se negó a convocar como testigo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una nueva audiencia del debate por cohecho y abuso de autoridad, entre otros delitos.
Tras escuchar los llamados "planteos preliminares" de las defensas de todos los acusados, los jueces rechazaron "in limine", es decir, sin debate ni análisis, casi todos los pedidos con excepción de uno de la defensa del supuesto testaferro de Boudou, Alejandro Vandenbroele, quien se opuso a que su esposa y principal denunciante en su contra, Laura Muñoz, sea llamada como testigo.
El Tribunal ordenó un cuarto intermedio de una hora para que las querellas y la fiscalía opinen respecto de lo expuesto sobre Muñoz, quien -según argumentó la defensa de quien figuró como titular del fondo de inversión "The Old Fund", comprador de Ciccone-, sigue aún casada legalmente con el acusado, con quien tiene una hija de 9 años.
La defensora oficial de Vandenbroele, Paola Bigliani, argumentó que Muñoz -la primera en hablar ante la Justicia sobre la condición de testaferro de Boudou que según ella tenía su marido- sigue casada legalmente con el acusado, nunca pidió el divorcio y tienen una nena de 9 años en edad escolar. El Código procesal penal impide que los dichos de un cónyuge u otro familiar cercano sean usados como evidencia contra un acusado en una causa penal.
Muñoz declaró ante el primer fiscal del caso, Carlos Rivolo, en los inicios de la causa Ciccone y aludió a los vínculos entre Vandenbroele y Boudou.
Poco antes, otra defensa, la del ex jefe de Asesores de la AFIP, Rafael Resnick Brenner, sostuvo que faltan acusados en el juicio oral, en alusión a su exjefe Ricardo Echegaray y a otros responsables políticos, entre ellos la ex presidenta Kirchner. Pero luego pidió citarla como testigo, al igual que al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y al ex jefe de Gabinete Manuel Abal Medina.
Al rechazar los planteos el presidente del Tribunal Oscar Bertuzzi recordó que hubo un momento durante la apertura de prueba para solicitar declaraciones testimoniales, por lo cual este planteo "novedoso" es extemporáneo.
Sobre Echegaray y la ex titular de la Casa de Moneda Katya Daura, también pedidos, se recordó que no se resolvió nada al respecto a la espera de la prueba que se tramita aún en el juzgado de instrucción a cargo de Ariel Lijo.
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