lunes, 25 de septiembre de 2017

Casi 130 secuestros extorsivos en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano

SON LOS CASOS QUE SE PRODUJERON EN LO QUE VA DEL AÑO, SEGÚN DATOS OFICIALES DE LA UNIDAD FISCAL ESPECIALIZADA (UFESE). MORÓN, LA CAPITAL Y LOMAS DE ZAMORA, LOS SECTORES CON MÁS DENUNCIAS.

En lo que va del año se produjeron casi 130 secuestros extorsivos en la Capital Federal y en el conurbano bonaerense, según las estadísticas oficiales de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), organismo que depende de la Procuración General de la Nación.

En las últimas horas hubo sendos casos en Lomas de Zamora y Adrogué que forman parte de uno de los sectores más inseguros de la región, donde se produce 1 de cada 4 de los hechos delictivos.

Uno de ellos ocurrió en la zona céntrica de Lomas, cuando un joven de 22 años salió de su casa para buscar a su novia y fue abordado por cuatro sujetos que lo amenazaron y se lo llevaron cautivo en su vehículo.

El otro caso ocurrió en la citada localidad del partido de Almirante Brown, cuando un jubilado de 69 años llegaba a bordo de su Peugeot 208 a la puerta de su casa y los delincuentes lo obligaron a entrar, le robaron dinero y luego se lo llevaron cautivo.

Entre los 127 casos que la UFESE conducida por Santiago Marquevich relevó en el Área Metropolitana, la Fiscalía que más denuncias recibió fue la de Morón, con 36, seguida por la de Lomas de Zamora (32) y las de la ciudad de Buenos Aires (30). El resto de los secuestros extorsivos se repartió entre las unidades de Quilmes, San Isidro, San Martín, Hurlingham y Tres de Febrero.

A la hora de llevar a cabo el delito, los secuestradores actúan en su mayoría en grupos de más de tres personas y, por lo general, eligen tomar cautiva a una sola víctima. Con respecto al rescate, en más del 70% la familia de la persona en cuestión entregó una suma de dinero a los delincuentes, mientras que el casi 30% no tuvo que hacerlo.

En cuanto a lo ocurrido en las últimas horas, el primero de los secuestros se inició cerca de las 21 del miércoles último, cuando un estudiante de 22 años salió de su casa del centro de Lomas de Zamora para buscar a su novia y al llegar en su Toyota Corolla al cruce de las calles Sánchez de Bustamante y Saavedra fue abordado por cuatro sujetos que lo amenazaron y se lo llevaron cautivo en su vehículo, secundado por el otro coche.

Según se supo, los captores golpearon a la víctima con la culata de un arma para reducirlo y luego lo “pasearon” por distintos barrios de la zona sur del conurbano bonaerense durante cuatro horas y media, en los que con dos teléfonos celulares, el del damnificado y otro de un miembro de la banda, se comunicaron con la familia para pedir un rescate.

El hecho fue denunciado de inmediato, dando inicio a una investigación, en la que se ordenaron intervenciones telefónicas y se puso en alerta a la Policía bonaerense. En ese contexto, el padre del estudiante reunió 450 dólares, 50 mil pesos y algunos objetos de valor, que cargó en su camioneta para llevar al lugar donde los delincuentes le hicieron dejar el pago.

Antes de indicarle un punto exacto, los secuestradores hicieron recorrer al hombre el Camino Negro y la zona de Burzaco, hasta que le ordenaron dejar el vehículo con el dinero en una calle de la localidad de Luis Guillón, detrás del predio de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, cerca de donde poco después liberaron al joven. La banda se llevó los autos de padre e hijo, que más tarde fueron encontrados abandonados en las inmediaciones.

De acuerdo a las primeras averiguaciones, los captores eran cuatro y se movían con bastante tranquilidad e impunidad, como si tuvieran la “zona liberada”, y se fugaron sin poder ser detenidos.

Unas 24 horas después, una banda que actuó con similares características secuestró en Adrogué a un contador público ya jubilado, de 69 años, cuando llegaba a bordo de su Peugeot 208 a la puerta de su casa, situada sobre la calle Quintana. En principio, al hombre lo obligaron a entrar a su casa, de donde robaron dinero y luego se lo llevaron cautivo divididos en ambos autos, el de la víctima y otro utilizado como apoyo.

También en este caso, primero con un teléfono del sexagenario y luego otro de ellos, los captores llamaron a la hija de la víctima y le pidieron que juntara dinero para pagar como rescate. La mujer también dio aviso sobre lo que estaba sucediendo con un llamado al 911, se dio intervención al fiscal federal Gómez Barbella y la UFESE local, que comenzaron a monitorear el episodio.

La familia del jubilado logró reunir una importante suma de dinero (cuyo monto no trascendió) y también fue obligada a ir en un auto y recorrer la zona de Burzaco, aunque en este caso los delincuentes liberaron al contador antes de cobrar el rescate, presuntamente porque habrían tomado conocimiento sobre la posibilidad de ser atrapados por los efectivos policiales.

Finalmente, el jubilado fue abandonado en la zona de Luis Guillón a las dos horas y media de iniciado el secuestro y la banda escapó con su auto, que luego abandonó en la localidad de Llavallol.

Por la modalidad en la que fueron cometidos los hechos, los investigadores creen que ambos secuestros pudieron ser cometidos por los mismos sujetos.

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