Entre patéticos pasos de baile, Macri cerró la campaña porteña pensando en Venezuela y Carrió pidió perdón “por los errores no forzados”

MUGRIZIO MACRI CONVOCÓ AYER A LOS ARGENTINOS A CONCURRIR A VOTAR ESTE DOMINGO EN LAS PRIMARIAS, Y LES ADVIRTIÓ QUE, AL HACERLO, DEBEN PENSAR EN “LO QUE ESTÁN VIVIENDO LOS HERMANOS DE VENEZUELA, QUE NO TIENEN LA POSIBILIDAD DE PODER ELEGIR EN DEMOCRACIA”.

En el cierre del acto de campaña de Vamos Juntos, en el microestadio del club Ferro Carril Oeste, Macri recordó el día en que Boca perdió de visitante frente al equipo local, “el día en que un tal Bustos nos metió 4 goles”, y respetando la consigna de Jaime Durán Barba de no hablar de economía, mencionó “la batalla de la Provincia de Buenos Aires” liderada por la gobernadora fascista María Eugenia Vidal, nombró a la tullida vicepresidenta, Gabriela Michetti, con quien celebró que “hace diez años que caminamos juntos en la política”, y a la actual diputada Elisa Carrió, a quien consideró como “una nueva amiga”.

Luego de 19 meses de mandato, el subnormal afirmó que “recién hemos encontrado el camino”, advirtió que “este es el comienzo” y afirmó que todo lo hecho por la alianza gobernante “lo hicimos a conciencia”.

Carrió, quien ingresó al centro del gimnasio "Héctor Etchart" al ritmo de la canción "La flor más bella", de Memphis La Blusera, dijo al comenzar su mensaje que "vengo a pedirles, en nombre de todos nosotros, perdón por muchos errores no forzados cometidos por nosotros. Estamos aprendiendo a ser republicanos".

La desquiciada diputada, una de las fundadoras de la alianza de derecha Cambiemos, junto con Macri y con el radical Ernesto Sanz, cuyo partido no participa de la alianza porteña, pidió el voto para Vamos Juntos, el sello bajo el que competirá el oficialismo porteño, y extendió el pedido al resto del país.

El ex hijastro de Flavia Palmiero, quien estuvo acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata; la gobernadora fascista bonaerense, María Eugenia Vidal; la propia Carrió; el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, insistió en que “no queremos más parches” e invocó “lo que están viviendo los hermanos de Venezuela, que no pueden elegir con libertad”.

En su discurso, el pelotudo hijo de puta prometió "más oportunidades para todos" aunque también reconoció que el crecimiento “no alcanzó a muchos argentinos”.