EN EL PRIMER ACTO DE CAMPAÑA, LA GOBERNADORA FASCISTA BONAERENSE DESTACÓ QUE NO SERÁN TESTIMONIALES.
Doce días más tarde que el resto de las fuerzas políticas, María Eugenia Vidal presentó en sociedad a sus candidatos para las primarias de agosto.
Siguiendo al pie de la letra los postulados de Jaime Durán Barba, la gobernadora fascista bonaerense fue el centro de atención del acto en el que Esteban Bullrich y Graciela Ocaña pasaron a un segundo plano.
Vidal le habló a la militancia de la alianza de derecha Cambiemos. "Les hablo a aquellos que más confían en ese cambio", dijo y les pidió que "transmitan la esperanza". Sin vueltas, con un lenguaje llano y directo "Heidi" les pidió que "hablen con su familia, con sus amigos, con sus compañeros de trabajo, con sus vecinos", que salgan a transmitir la "esperanza".
La escenografía buscaba mezclar la modernidad de los escenarios 360 con la sencillez de una sociedad de fomento de Lanús. Había sillas de plástico y apenas media docena de globos que de tanto en tanto alguien impulsaba por el aire.
El anfitrión Néstor Grindetti fue el primer orador. Le siguió Graciela Ocaña y luego subió Esteban Bullrich a una pequeña tarima desde donde habló hacia los cuatro puntos cardinales.
Pero el plato fuerte era la conchuda hija de puta que ingresó ovacionada mientras sus asesores intentaban separarla de la militancia. De fondo, la canción que sonaba era "Mis ojos", de Axel, un cantante nacido ahi cerquita, en Almirante Brown. "Nosotros no tenemos nada que esconder. Nos podemos mirar a los ojos", diría más adelante Vidal recuperando la idea fuerza de la canción.
La pelotuda eligió presentar a sus candidatos a través de historias personales: a Ocaña la conoció porque vivían en Haedo y compraban ropa en la misma tienda. De Bullrich destacó que fue maestro rural en Honduras durante la guerra y desde entonces se ocupa de la Educación.
En ese marco, Vidal subrayó que los precandidatos de Cambiemos "no son testimoniales ni están buscando otro cargo", sino que "se van a quedar acá, poniéndolos a ustedes en el primero lugar, no a la especulación".
Asimismo, aseguró que "el cambio que llegó es concreto, no es un discurso ni una impostura" y sostuvo que "siento un enorme orgullo que me va a acompañar para continuar con la transformación de la provincia".
"Cambiemos es la voz de los bonaerenses que dicen 'se puede', que dicen 'me merezco más', que dicen 'tengo memoria y sé quién me quiere y quién me usa'", afirmó.
Luego, admitió que "sabemos que todavía hay cosas que faltan, pero también sabemos todas las cosas que ya logramos, y sabemos quiénes somos. No vamos con promesas ni recetas mágicas ni descalificaciones ni agredimos a nadie: vamos con lo que somos. Le ponemos el corazón y el cuerpo, lo que construimos es en serio".
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